Campo de Gibraltar

La Junta sanciona a 60 personas por el descuido de sus mascotas en la comarca

  • El censo de animales de compañía se incrementó un 16% el pasado año

  • Los perros suponen el 90% del total, mientras los gatos son los que más crecieron en 2016

Un perro posa junto a su dueño en el Llano Amarillo de Algeciras.

Un perro posa junto a su dueño en el Llano Amarillo de Algeciras. / jorge del águila

El número de animales de compañía no para de crecer en el Campo de Gibraltar. El Registro Central de Animales de Compañía -gestionado por la Consejería de Justicia e Interior- anotó 11.819 altas en la comarca durante 2016, un 16% más que el año anterior, de forma que ya hay 89.916 mascotas en él. En el conjunto de la provincia el crecimiento fue del 9,4%.

Esta estadística también se refleja en las inspecciones realizadas por el incumplimiento de la normativa sobre mascotas, con 60 expedientes sancionadores abiertos, en la mayoría de los casos a los propietarios de perros potencialmente peligrosos.

En el censo de animales de compañía, los perros son mayoría en la comarca. Suponen el 90,02% del total de mascotas, con 81.760 ejemplares (un 5,5% más que en 2015), mientras los gatos son más de 7.500 y los hurones, 312. El registro lo completan otro tipo de mascotas (320).

Algeciras, La Línea y San Roque son los municipios con mayor número de animales, sin embargo en relación al número de habitantes, Jimena y Castellar están a la cabeza, con un animal por cada dos habitantes (en el resto de la comarca es uno de cada tres).

Aunque los perros registraron el mayor crecimiento absoluto, con 10.970 animales más en 2016, los gatos registraron el mayor aumento porcentual (12,3%) con 829 nuevos registros. En hurones se contabilizaron 12 más y en otros animales de compañía fueron ocho las nuevas entradas.

La inscripción en este registro es una obligación de los propietarios y permite a la administración autonómica establecer programas sanitarios preventivos o de urgencia ante enfermedades transmisibles al ser humano o a otros animales, su recuperación en caso de pérdida o robo o la intervención por maltrato.

Los ayuntamientos también disponen de sus propios registros y realizan campañas de concienciación entre la población, especialmente en la recogida de excrementos. Ayuntamientos como San Roque y Algeciras cuentan con sus propios parques caninos.

La mayoría de los perros registrados en la comarca son de raza cruzada, seguidos por podencos, el yorkshire terrier, el galgo español, el pastor alemán, elespañol bretón, el labrador, el golden retriever y el mastín español. En cuanto a los gatos, la mayoría son de raza europea, seguida de los gatos cruzados, persas y siameses.

Del total de perros registrados, 2.080 son potencialmente peligrosos. Se califican así cuando pertenecen a una tipología racial, que por su carácter agresivo, tamaño o potencia de mandíbula tiene capacidad de causar lesiones graves a las personas o a otros animales o también daños materiales.

Pitt Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu, kita Inu y Dobermanson las razas mayoritarias de estos canes, si bien sólo suponen un 1,9% del total de animales inscritos en el registro.

Para tener uno de estos animales es necesario obtener una licencia. Para ello es necesario cumplir los siguientes requisitos: ser mayor de edad; no haber sido condenado por delitos de homicidio, lesiones, torturas, contra la libertad o contra la integridad moral, la libertad sexual y la salud pública, asociación con banda armada o narcotráfico; así como no estar privado por resolución judicial del derecho a la tenencia de animales potencialmente peligrosos. Deberá superarse además, un curso específico sobre adiestramiento básico de perros potencialmente peligrosos, organizado por un Colegio Oficial de Veterinarios o por una asociación para la protección de los animales o federación o asociación de cría y adiestramiento de perros debidamente reconocidas.

Los perros potencialmente peligrosos podrán transitar por las vías públicas y por los lugares y espacios de uso público general, con bozal y conducidos con correa. En ningún caso podrán acceder a los lugares de ocio y esparcimiento de menores de edad.

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