El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, cedió ayer ante la evidencia de que la reforma del tendido ferroviario entre Algeciras y Bobadilla no estará lista para 2020, como hasta ahora se había defendido desde todas las instancias del Gobierno y desde el propio Ministerio de Fomento, sino en 2023 y sin demasiada concreción sobre aspectos cruciales como la electrificación del trazado.

El titular del departamento estatal de infraestructuras explicó ayer en el Congreso el estado de las inversiones para ejecutar el Corredor Mediterráneo en una interpelación planteada por Ciudadanos. Según De la Serna, de los 22.000 millones de euros de inversión prevista en el Corredor Mediterráneo, ya se han ejecutado obras que suman unos 14.000 millones.

El ministro sostuvo que está previsto que el Corredor Mediterráneo llegue a Murcia en 2020 y a Almería y Granada en 2023, una fecha similar a la contemplada para el tramo Algeciras-Bobadilla.

Hasta ahora, desde Madrid se aseguraba y mantenía el año 2020 como plazo, si bien en las últimas semanas ha trascendido que no habrá electrificación posible para ese momento puesto que la línea necesita dos subestaciones para su electrificación y estas no están incluidas entre las infraestructuras a ejecutar dentro de la planificación del sector eléctrico 2015-2020. Es más, el documento las engloba dentro del grupo de instalaciones para el periodo posterior a 2020.

Esta evidencia ha provocado en las últimas semanas una respuesta unánime de rechazo por parte de todos los grupos políticos de la oposición, agentes sociales, económicos e institucionales del Campo de Gibraltar por entender que se añade un tiempo extra a la ejecución para que el tren resulte competitivo.

Hasta ahora, se están efectuando reformas en el subtramo entre Algeciras y la barriada de La Almoraima, en Castellar de la Frontera, si bien queda pendiente la redacción del proyecto para el subtramo de Ronda a Bobadilla, que discurre íntegramente por la provincia de Málaga.

El titular de Fomento sostuvo que para el Gobierno el Corredor Mediterráneo es "una prioridad política, económica y social" y aseguró que "las obras que se están poniendo en marcha en un impulso sin precedentes demuestran que se está actuando en todos y cada uno de los tramos de una forma integral".

Comisiones Obreras exigió ayer al Gobierno un cronograma que contemple las inversiones y las obras necesarias para cumplir los plazos comprometidos con la Unión Europea, esto es, 2020. CCOO se unió así a las voces que en los últimos días han manifestado su rechazo a la decisión de Red Eléctrica de desprogramar las inversiones necesarias para la construcción de dos subestaciones eléctricas fundamentales para la electrificación del subtramo de Algeciras a Bobadilla. "Resulta inadmisible que se sigan poniendo obstáculos a la modernización de una infraestructura fundamental para el desarrollo de la región", sostuvo.