El Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó ayer a este diario que envió dos notas verbales al Reino Unido sobre la crisis del New Flame antes de convocar a la embajadora británica, Denise Holt, para expresarle sus quejas sobre la gestión de Gibraltar en el rescate del barco chatarrero.

Según el Gobierno, en estas comunicaciones diplomáticas -fechadas el 28 de agosto y el 9 de enero- ya se trasladó a Londres su malestar por los vertidos llegados a las costas españolas así como la necesidad de que el Reino Unido actuara para retirar el carguero de la Bahía de Algeciras.

Las mismas fuentes señalaron que la Capitanía Marítima de Algeciras ha mantenido con el puerto de Gibraltar entre diez y doce reuniones, desde que se produjo el accidente, con el objetivo de que se actuara con celeridad para evitar daños medioambientales.

Exteriores salió así al paso de las críticas recibidas por parte de los partidos de la oposición, que acusan al Gobierno central de dejación en estos seis meses que han transcurrido desde que el New Flame colisionara con el petrolero Torm Gertrud cerca de Punta Europa. Asimismo, la convocatoria de la embajadora se debe a que, según Exteriores, el Gobierno gibraltareño ha demostrado su incapacidad en esta crisis, por lo se requiere al Reino Unido que tome las riendas de la crisis de forma urgente.

El Gobierno central explicó que el Ministerio de Fomento podría haber actuado en el rescate, pero se optó por lo contrario ante la negativa de Gibraltar y para evitar un conflicto diplomático.

Exteriores también recalcó que las aguas donde está el barco no son de Gibraltar, así como que es responsabilidad del Peñón al haber salido el chatarrero de su puerto sin autorización.