Nuevo Gobierno de Sánchez

Borrell conducirá la negociación del Brexit y las relaciones con Gibraltar

  • El ex presidente del Parlamento Europeo acepta la cartera de Exteriores en el Gobierno de Sánchez

  • Satisfacción entre los socialistas campogibraltareños por su nombramiento

La elección de José Borrell como futuro ministro de Asuntos Exteriores despejó ayer una de las principales incógnitas del nuevo Gobierno, cuya composición completa dará a conocer mañana Pedro Sánchez. La decisión del ex presidente del Parlamento Europeo de aceptar la cartera ofrecida por el jefe del Ejecutivo fue acogida con optimismo por los socialistas campogibraltareños y también en Gibraltar. Unos y otros aprecian el carácter dialogante de Borrell y el conocimiento que posee sobre la realidad de la comarca en un momento clave como la negociación del Brexit y su incidencia en el Peñón.

Borrell no es un personaje ajeno a la comarca, la cual ha visitado en más de una ocasión, especialmente en verano, acompañado en ocasiones de su pareja, la ex ministra Cristina Narbona. Una de esas visitas, aunque no fue la última, tuvo lugar en 2014 invitado por la asociación Mar del Sur, cuyo fin es potenciar las relaciones de buena vecindad entre la colonia británica y el Campo de Gibraltar. "Relaciones positivas de vecindad es definir Europa. Ese es el éxito de la construcción europea, que ha desterrado la guerra entre europeos. La paz ya no es un elemento movilizado y por ello Europa puede morir de éxito. ¿Qué debe mover ahora? Luchar contra la globalización", reflexionó en su ponencia ante los miembros de dicha asociación.

La inmigración irregular y los vínculos con Marruecos son asuntos candentes"Relaciones positivas de vecindad es definir Europa", sostuvo en 2014 en un foro en Los Barrios

En una entrevista concedida a Europa Sur por Pedro Sánchez el pasado mes de marzo, el hoy presidente recordó cómo los Acuerdos de Córdoba (2006) sentaron algunas de las bases para un diálogo con Gibraltar, enfriados por los gobiernos posteriores e interrumpido de manera brusca con la llegada al Ministerio de Exteriores de José Manuel García-Margallo en 2011.

"Nada es igual y nada se repite. Los Acuerdos de Córdoba son algo pasado y ya se verá si son recuperables", apuntaba ayer con prudencia un representante gaditano de las filas pedristas, muy satisfecho por la elección de Borrell. "Mucho mejor él que cualquier otro", apostilló un dirigente provincial del partido, que puso el énfasis tanto en la experiencia del nuevo ministro como en su sensibilidad hacia la situación de la comarca.

Una de las principales tareas que el ministro saliente, Alfonso Dastis, deja pendiente de resolver es la aplicación del Brexit en Gibraltar. Tras varios meses de negociaciones con una delegación del Foreign Office que en principio parecían bien encaminadas, el diálogo permanece encallado por las discrepancias en torno a la información que el Peñón ofrece a España sobre sus importaciones y venta de tabaco -que en gran medida entra en España de contrabando, eludiendo la fiscalidad correspondiente- y la puesta en marcha de una terminal del aeropuerto yanito en suelo español, ya que el Ejecutivo gibraltareño de Fabian Picardo rechaza de plano la presencia de la Policía española en el área del Peñón.

Borrell y su equipo deberán decidir también sobre la continuidad de Fernando Morán Calvo-Sotelo como delegado de Exteriores en el Campo de Gibraltar, un puesto muy singular y cuya principal misión es atender de cerca todos los asuntos relacionados con la Roca.

La inmigración y el notable incremento de embarcaciones que llegan al litoral del Campo de Gibraltar es otro tema que incumbe al Ministerio de Exteriores junto al de Interior. "Europa no ha conseguido crear una política común de migración. [...] Los estados siguen actuando como si tuvieran sus propias políticas interiores. O ayudamos al desarrollo de África, o no podremos resistirla presión migratoria de un desarrollo desigual", exponía Borrell en una entrevista a Europa Sur concedida en 2014.

Años antes, en 2005 y siendo presidente del Parlamento Europeo, se confesó en Bruselas ante un grupo de periodistas en torno a la delicadas y especiales relaciones entre la UE y Marruecos y su incidencia en materia migratoria: "Un día, Hassan II me dijo: o cogen nuestros productos, o cogen nuestros hombres".

En esa ocasión, Borrell, en concreto, abogó por potenciar la integración de los inmigrantes en los países del viejo continente sin paños calientes. "Europa va a perder un millón de habitantes al año en edad de trabajar. Hay que importar. Tiene que ser de África, no de Europa del Este, que tienen poblaciones muy viejas", añadió a renglón seguido. Cuestionado por la dramática situación que se vive en la provincia de Cádiz, con la continua llegada de pateras y los centros de acogida colapsados ya entonces, Borrell se mostró crítico: "Los que están al lado de la puerta pagan los costes, pero la puerta es de todos". "Hace falta como el agua una política europea de inmigración", añadió.

"Con una política de impedir con barreras el acceso difícilmente se puede conseguir arreglar nada", continuó. "A todos no los podemos acoger. [...] Veinte millones de personas se tienen que ir del África subsahariana porque avanza el desierto. A medio plazo, la única solución es potenciar el desarrollo en los países en origen. El problema de la inmigración no se resuelve a menos que se actúe en origen", reiteró.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios