JUAN CARLOS VADILLO ROCA. PREGONERO DE LA SEMANA SANTA DE ALGECIRAS 2018

"He descubierto la felicidad que me ha dado la Semana Santa"

  • El reconocido cofrade desgrana la bonita experiencia que supone repasar toda una vida mientras construye la gran obra de la Cuaresma algecireña para este año

Juan Carlos Vadillo Roca, pregonero de la Semana Santa de Algeciras 2018, posa para la entrevista.

Juan Carlos Vadillo Roca, pregonero de la Semana Santa de Algeciras 2018, posa para la entrevista. / Manuel gil

-¿Quién es Juan Carlos Vadillo? ¿Cómo llega a la Semana Santa?

-Un algecireño, fiel a las tradiciones de su pueblo y que conoce la Semana Santa a través de las raíces de una familia cofrade en la que su padre forma parte de la Hermandad de Medinaceli. Eso, junto a mis estudios en los Salesianos, me llevó a una unión con la Iglesia que se enriqueció gracias a ingresar en la Junta Juvenil de Medinaceli. Ahí descubrí que la Semana Santa era un complemento fundamental en mi vida y una pasión muy especial.

-¿En qué se parece la Semana Santa actual a la que conoció en sus inicios?

-El parecido es el básico, el cariño y amor a unos titulares; la devoción es algo que no varía, ya la recuerdes en blanco y negro (bromea), o tal como la vemos hoy. Es evidente que las cofradías han crecido en hermanos y patrimonio, pero la fe y el fervor son dos conceptos que vas moldeando con el tiempo, siempre con la base del amor a unos titulares. En mi caso, una parte heredados como a Medinaceli, y otros los fui descubriendo con los años, como a Borriquita, dónde ingresé de costalero en su primera cuadrilla y permanecí hasta mi retirada (26 años después). También a través de las relaciones personales, como son los casos de Buena Muerte y Columna y por supuesto, de manera especial la Sagrada Mortaja, a la que vi nacer. Respecto a la Semana Santa de antes, el cambio es la perspectiva desde la que se ve o la vives.

-De ahí la designación, ¿cómo se lleva lo de ser uno de esos nombres 'pregonables' todos los años?

-Gracias por el cumplido pero no lo veía así, es más, ya lo tenía descartado. Pero en general, las sensaciones son complejas de explicar. El pregón es una experiencia que o bien vives desde dentro o es imposible de describir. Una de las cosas más bonitas que he sentido después de tantas horas dedicadas al pregón, bien pagadas por la satisfacción que me ha reportado, ha sido el recordar todos esos años vividos al calor de la Semana Santa. Revivir esos recuerdos ya ha sido un premio. Escribir el pregón me ha servido para darme cuenta de toda la felicidad que ha aportado la Semana Santa de Algeciras.

-¿Cómo vive la Semana Santa?

-Estupendamente. El no pertenecer actualmente a una Junta de Gobierno me permite hacer de todo. En una junta tienes unas obligaciones enormes antes, durante y después de la Semana de Pasión. Incluso en casos como el de Mortaja, con salida el Viernes Santo, llegas a no disfrutar del transcurso de la semana por ese pellizco que los cofrades sentimos, sufrimos y padecemos. Ahora disfruto plenamente y de manera intencionada cada momento.

-¿Cree que se cultiva más el concepto de cofradía que el de hermandad en la ciudad?

-Desgraciadamente, el concepto de hermandad no se valora lo suficiente por los propios hermanos de la corporación. Los cofrades de nómina, por llamarlos así, no son conscientes de la importancia que tiene la palabra hermandad. Cofrades hay muchos en Algeciras, hermanos de las entidades, desgraciadamente, hay menos. Lo que no quita que esos "hermanos" vivan un mundo apasionante.

-¿Es más fácil llenar un paso que un cortejo procesional? ¿Llega la juventud más atraída por vestirse de costalero que por ponerse al servicio de la cofradía?

-Es obvio que la juventud es indispensable para el futuro de una hermandad. Las juntas de gobierno saldrán en poco tiempo de esos jóvenes que ingresan en las cofradías pero no dejar de ser cierto que buscan más facilidades que esfuerzo. Cuando ven lo que supone pertenecer a una junta, tiempo, sacrificio, compromiso dicho en una palabra, la cosa cambia. Estar en segundo plano, como en todo en la vida, es fácil. Lo complicado es aceptar ese compromiso aunque una cosa no quita la otra. Los que hemos vivido la experiencia de disfrutar debajo de un paso sabemos que se viven sensaciones que tampoco se pueden describir con palabras. Pero sí se da el caso, con excepciones como en todo, que en momentos importantes de la cofradía como son cultos, actos, etc., la juventud no brilla especialmente por su alta presencia.

-Casi olvido, a todo esto, que es el pregonero. ¿Cómo se planteó el pregón?

-Lo primero fue un bombardeo enorme de ideas hasta tener claro qué transmitir. Dediqué gran tiempo a su estructura y lo demás fue dar rienda suelta a todo lo que pasaba por mi cabeza. Una tarea también difícil, quería condensar y seleccionar esos pensamientos para hacer un texto intenso aunque no demasiado largo. Por ello, quiero agradecer la labor de la persona que ha estado a mi lado, incansablemente, estos meses. Mi mujer (María José), ha sido paciente, censora y sabia consejera, y por supuesto sufridora junto con mis hijos (Nuria y Juan Carlos) del monotema del pregón.

-Precisa de mucho tiempo…

-Te puedo decir que en verano el pregón se mojó y llenó de arena [ríe]. Comencé a esbozarlo desde que me nombraron y hasta hoy, que por cierto aún le falta algo. Es un periodo de tiempo en el que vives por y para el pregón. Por eso mismo, la experiencia es fantástica, además de un honor y un reconocimiento. Es algo para toda la vida y no sólo para mí, también para las personas que me rodean.

-¿Medinaceli y Mortaja tendrán especial protagonismo?

-La importancia la van a tener Jesús y María.

-¿Le parece absurda la polémica de la Carrera Oficial?

-La Semana Santa está llena de polémicas absurdas. Si la gente se dedicase a su hermandad prácticamente no tendrían tiempo de pensar en otra cosa.

-¿Quién le presenta?

-Soy consciente del esfuerzo que le supone porque prefiere estar detrás del telón pero en estos detalles se demuestra la amistad. Mi presentador será mi amigo y hermano Paco Illescas.

-¿Tiene claro en qué o quién pensará justo antes de comenzar el pregón?

-Sí, desde el momento de la designación. Hay una persona que estará a mi lado y lo dará conmigo. Ya me lo demostró cuando lo necesité para las oposiciones del cuerpo de maestros y seguro que el día del pregón estará junto a mi para darme la fuerza y la valentía que sé que me van a faltar, porque cuando se habla desde el corazón los sentimientos a veces te traicionan. Tengo la certeza de que mi padre estará conmigo en el atril.

-Muchas gracias y suya es la palabra, pregonero.

-Gracias a vosotros [mientras murmura un bromista "he dicho"].

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