Estrenos de la semana

El nuevo truco de magia de Berger

  • El director de 'Blancanieves' estrena 'Abracadabra', una comedia entre el realismo y lo fantasioso

  • Maribel Verdú, Antonio de la Torre y José Mota protagonizan la película

Con apenas dos largometrajes, Torremolinos 73 (2003), una ópera prima en la que destacaba la ternura con que su director perfilaba a los personajes, y Blancanieves (2012), ambiciosa propuesta formal que trasladaba el cuento homónimo a un imaginario ibérico y con hechuras de cine mudo, Pablo Berger (Bilbao, 1963) se convirtió en uno de los creadores más personales y escurridizos del cine español. El triunfo de su primera película en el Festival de Málaga -donde ganó los premios a mejor película, director, actor y actriz-, entre otros reconocimientos, no le bastó al director vasco para levantar su siguiente proyecto. Le costó casi una década, un tiempo en que Berger se dedicó a la docencia, encontrar financiación y culminar su castiza y poética revisión de la historia de Blancanieves. Aquella aventura arriesgada tuvo un final feliz: diez goyas, el Premio del Jurado y la Concha de Plata (ex aequo) para la actriz Macarena Garcíaen San Sebastián y una buena carrera internacional -las críticas de su paso por Toronto fueron entusiastas, aunque la Academia de Hollywood no la incluyera entre las nominadas al Oscar: pesaba la cercanía en el tiempo de la también muda The Artist- respaldaron la propuesta y demostraron a su autor que la larga gestación del filme había merecido la pena.

"Yo ya tengo una edad, y he conocido el éxito y el fracaso, los premios y la imposibilidad de llevar a cabo un proyecto. Lo que espero es que Blancanieves me permita hacer otra película. Si es un fracaso, tocará aprender de él y levantarme para el siguiente", afirmaba Berger en 2014, cuando el cineasta volvía al Festival de Málaga para recibir el Premio Eloy de la Iglesia en reconocimiento a su carrera. Por fortuna, no ha habido que esperar otra década para que el director regrese a las salas, y hoy estrena la comedia Abracadabra, que parece un nuevo salto al vacío de este cineasta con interés en reinventarse en cada nuevo rodaje. "Donde Blancanieves era en blanco y negro, Abracadabra es en colores saturados. Donde Blancanieves era muda, Abracadabra es ruidosa. Donde Blancanieves era un melodrama gótico, Abracadabra es una comedia negra. Y así, ad infinitum", explica Berger.

"El espectador debe venir a ver la película sin prejuicios", advierte el director sobre su obra

El realizador colabora de nuevo con Maribel Verdú tras la exitosa alianza de Blancanieves, que le reportó a la actriz su segundo Goya. Tras la pérfida y sofisticada madrastra del trabajo anterior, la Verdú aborda ahora un papel en las antípodas, el de una ama de casa del extrarradio de Madrid que se ha vuelto invisible para su marido (un Antonio de la Torre que vuelve, esta vez en clave cómica, a ese registro de esposo brutal que ya bordó en Volver), su hija y la sociedad. Todo cambiará cuando la pareja acuda a una boda, y en la celebración él se preste a una sesión de hipnosis... Una curiosidad: como los personajes de Candela Peña en Torremolinos 73, Inma Cuesta y Macarena García en Blancanieves, la heroína de la función también se llama Carmen, una costumbre llamativa en los guiones de Berger. José Mota, como el primo de la protagonista, un guarda de seguridad aficionado a la hipnosis que desencadenará el desastre; José María Pou, con un papel que responde al irresistible nombre de Doctor Fumetti, y Quim Gutiérrez completan el reparto.

Combinación de película realista -promete llevar al espectador a visitar una obra en Parla o a comer tortilla de patatas con cebolla en un pisito de Moratalaz- y fantasía en la que los espíritus se adentran en los cuerpos de los pobres mortales, Abracadabra requiere, según declaraciones de su director, un público "abierto de mente" que aprecie el rompecabezas que compone Berger mezclando géneros. "Como director quieres hipnotizar al espectador, pero igual que no todos los que van a un mentalista son sugestionables, si el espectador no quiere, no hay manera. Tiene que venir sin prejuicios y con ganas de ser abducido, entrar en esta montaña rusa y dejarse sorprender", aseguraba el realizador hace unas semanas en una entrevista con Efe. ¿Conseguirá su propósito? Esperemos que el bueno de Berger siga en racha.

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