La Real Balompédica sigue alargando la agonía de su permanencia, un tránsito por las últimas jornadas de la competición que se están convirtiendo en un vía crucis para su sufrida hinchada. Los linenses dieron ayer otro paso hacia adelante al empatar en Granada ante el filial nazarí, pero acumulan ya nueve jornadas sin conseguir la victoria.

Los resultados de los otros encuentros adelantados a la jornada mantienen a los de Julio Cobos a siete puntos de la plaza de promoción, pero ayer volvieron a dejarse empatar después de ir por delante en el marcador -y van...- tras una segunda mitad en la que el empuje del rival les metió literalmente en su campo. O la propia Balona dio un paso atrás, que nunca se sabe si la cebra es blanca con rayas negras o viceversa.

La brillante actuación del meta Alberto impidió la derrota de los albinegros, a los que el árbitro penalizó con un penalti que en ningún caso merecía tal castigo y que fue el que propició el tanto de los de casa, a 20 minutos del final.

La primera mitad se jugó como quiso la Balona, que alineó a Sergio Rodríguez de lateral zurdo y a Elías Pérez de media punta. Bien parapetada, saliendo a la contra con peligro e imponiendo su visión del juego. Valiosísima era la aportación de Wilson Cuero, que tocaba todos los balones divididos y daba tiempo a sus compañeros a incorporarse al ataque.

Desde ahí llegó la jugada que pudo y debió cambiar el encuentro, cuando José Ramón, después de un error de Héctor, se plantó solo delante del meta local Aarón con todo a su favor. Sin embargo, como ya le sucedió una semana antes frente al San Fernando en el Municipal, fue incapaz de hacer gol cuando daba la impresión que era lo más sencillo.

Aunque un remate de Jose González levantó la preocupación en el bando albinegro, la realidad es que se veía venir que más pronto que tarde podía llegar el tanto de los de La Línea. Y sucedió en el 21', cuando tras un robo Wilson Cuero -precisamente un exgranadinista- recibió y después de acomodarse lanzó un disparo cruzado que ponía a su equipo por delante. Era el primer gol de la Balona después de cinco semanas. El último también era obra de Wilson Cuero.

Con ventaja en el marcador los linenses se vinieron arriba y de nuevo el delantero colombiano fue el protagonista con un lanzamiento desde la corona del área que envió alto en esta ocasión. La réplica llegó por medio de Pablo González, que tampoco fue capaz de dar con el marco.

Pasada la media hora llegó la jugada que seguramente decidió el choque. Wilson Cuero sintió de nuevo molestias en su rodilla tras caer en la disputa de un balón aéreo y tuvo que pedir el cambio. Su plaza fue para Stoichkov, que como siete días antes salió al campo como si el partido no fuese con él. La Balona empezó a perder presencia en ataque e invitó al rival a meterse en su campo. Lógicamente, lo pagaría.

Tras el descanso se vio otro partido. El Granada B -que tampoco se jugaba gran cosa y podía arriesgar- dio un decidido paso adelante y la Balona se fue atrincherando hasta el punto de no ser capaz de completar una sola contra. Otra vez dio la sensación de que los visitantes se iban bloqueando a medida que pasaban los minutos e iban intentando cada vez menos cosas. En la defensa del resultado, el hombre clave fue el meta Alberto Martínez, que realizó dos o tres paradas de mucho mérito y volvió a reivindicarse.

Pronto el exalgecirista David Grande disfrutó de un balón dentro del área que consiguió rematar cruzado, pero el guardavallas balono empezó a demostrar que estaba inspirado y muy centrado en lo que estaba sucediendo sobre el terreno de juego.

El filial nazarí abrió el campo y la Balona sufrió. La sociedad Adri Castellano y Pablo González dio sus frutos en un centro del primero que el ariete granadino no pudo aprovechar al rematar en el segundo palo gracias a la gran intervención del arquero, que posteriormente detenía el saque de esquina cabeceado por José González.

El filial comenzó a tirar de cambios, realizó los tres de una tacada y llegó la acción del empate. Un balonazo impactó en el codo de Sergio Rodríguez, que ni siquiera estaba mirando el esférico. El árbitro, que hasta entonces había completado un partido casi perfecto, decretó pena máxima a instancias de uno de sus auxiliares. José González sería el encargado de lanzar y materializar el tanto del empate con veinte minutos aún por delante.

De ahí hasta el final el partido lo controló un conjunto nazarí que buscó con más ansia que su rival el tanto pero la Balona al menos fue capaz de interrumpir el partido y de aplacar el temporal y no pasó verdaderos apuros para sujetar la igualada.

El punto acerca a la Balompédica al mismísimo linde de la salvación virtual, que intentará alcanzar de una vez por todas el próximo domingo (12:00) ante el filial de la Unión Deportiva Las Palmas.