TV-Comunicación

'Super Shore' elige la fiesta en la Costa del Sol

  • La revisión del 'reality' juvenil, que se estrenará internacionalmente en otoño en MTV, ha terminado su grabación tras un mes

Muchos tachan de polémico el programa que vuelve a MTV el próximo otoño. Pero seguro que si al verlo fuéramos conscientes del trabajo que hay detrás y conociéramos las pretensiones de las productoras y la cadena, cambiaría mucho la visión. En esta ocasión el lugar elegido para grabar el formato en el que participan Arantxa, Abraham y Esteban como anfitriones españoles, Elettra, Mane, Caballero, Fernando, Igor y Talía, ha sido la Costa del Sol. "Creo que había que volver al Mediterráneo y vivir la fiesta española. Tenemos una fiesta muy divertida, patrimonio nuestro y que debería ser patrimonio internacional pero bien entendida", cuenta Óscar Vega, el director del programa, al preguntarle por qué han elegido el sur para rodar.

Hasta Málaga se han trasladado las ochenta personas que forman el equipo del programa producido por Bulldog y Magnolia. Ha sido un mes intenso de trabajo, en el que directores, cámaras, técnicos de sonido y redactores se han dividido en tres turnos de trabajo para estar las 24 horas al pie del cañón. Pese a no transcurrir en un sitio fijo como sucede en otros realities, Super Shore no deja de grabar ni un momento los movimientos de los chicos tanto dentro como fuera de la impresionante casa en la que se alojan. Incluso cuando quieren ir al cuarto de baño lo hacen acompañados de un redactor para que no puedan tener contacto con nadie sin ser grabados. Dentro de la casa situada en Marbella hay micrófonos y cámaras fijas, dos personas que entran a grabar en la casa y el control desde donde el equipo trabaja a pocos metros de los protagonistas. El despliegue técnico y humano que se hace cada vez que realizan una actividad fuera es impresionante, trasladándose treinta personas con todo el material necesario para la grabación. Algo que requiere de mucha coordinación, único motivo por el que Óscar tiene contacto con los chicos. "Solo se les marca lo que son las órdenes de horario. Tenemos que hacer salidas, mover a mucha gente y ahí si hay que coordinarse. Es para lo único que hablamos con ellos, para decirles cuanto tiempo tienen para prepararse y salir". El ritmo de lo demás lo marcan los protagonistas del reality. Nada de guión, ni de órdenes. Hasta ellos mismos se encargan de elegir los sitios a donde quieren ir. "Ellos deciden donde quieren ir entre una lista de sitios que les damos". Para el director lo más complicado de hacer el reality es que no se grabe todo en un sitio concreto. "Es un reality puro, no manejamos los elementos con los que jugamos. Manejamos la casa, los conocemos a ellos, pero no sé lo que me voy a encontrar esta noche cuando salga de fiesta. Hay otra gente que se divierte, que aplaude, que insulta… Es lo que lo diferencia de otros shows. Otros realities son muy reales pero están muy controlados dentro de un sitio como en Supervivientes, programa que también dirijo".

La grabación en Málaga, lugar en el que la única pretensión ha sido divertirse como hacen muchos jóvenes, y en ningún momento dañar la imagen de la provincia, acaba de finalizar. Ahora toca trabajar en el proceso de edición de cada capítulo para que en otoño podamos disfrutar de las tramas que si se saben disfrutar, van más allá de la polémica que muchos se empeñan en atribuir al formato.

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