TV-Comunicación

El último año del clan

  • En el actual plató de 'Sálvame' estuvo durante años la carpa de 'El circo de TVE' La familia Aragón hizo su última gran gira televisiva en 1981

Por las paredes del plató de Sálvame resuenan los gritos con los que se desgañitaban los niños criados con nocilla y que aguardaban en El circo de TVE. La carpa televisiva, donde se grababan los canturreos, los sketches y los números circenses se ubicaba en el mismo lugar donde ahora Jorge Javier se pone intenso preguntando por Supervivientes. Entonces, en los años 70, lo que hoy es Mediaset eran los Estudios Roma, donde se grabaron también ediciones del Un, dos, tres y otros programas ambiciosos de la cadena pública, la única . Los Estudios Roma eran la casa de los Aragón, los payasos de la tela, perdón, de la tele, que ya en 1981 disfrutaban de ocho temporadas en antena, sin cejar en la hiperglucemia del ratón de Susanita. En el año del golpe, el de la transformación de una parrilla de TVE orientada a pugnar contra las futuras privadas, la del efímero director Fernando Castedo, los Aragón se planteaban el futuro. Iban a reflexionar dando un largo viaje por los países donde les añoraban mientras el benjamín Emilio, Milikito, comenzaba a plantear su carrera en solitario. El hijo de Miliki se había incorporado en 1977, para relevar el hueco de Fofó. Tras aporrear el cencerro para que se ejercitara en las muecas y el humor visual, en 1979 ya podía pronunciar sus primeras palabras, domando su voz aguda.

Ya entonces Emilio junior tenía a su lado a José Luis Márquez, representante de los Aragón en esta recta final como clan unido. Márquez trabajaba en la banca y Emilio padre se fijó en él para que fuera de la mano del vástago en un futuro. Y mientras, que se encargara de la agitada agenda familiar. El circo de TVE, de algo más de una hora, se tardaba en grabar toda una semana. Tres días para los números y otro, para la aventura, en un plató independiente. Sí, las aventuras. Con el señor Chinarro y con un equipo que se partía de risa y que debía parar todas las grabaciones porque aquello se desmandaba. "Y luego estaban las galas, los fines de semana, en Madrid o recorriendo toda España", evoca José Luis. Todos exigían ver "en persona" a los payasos.

1981 fue el año de la encrucijada para los Aragón. En la Argentina de la dictadura militar, hace 35 años, fueron recibidos como héroes. Se habían marchado en el 73. En el canal Argentina Televisión a Color, ATC, grabaron intensivamente una temporada en un par de meses. "Allí no podían tener su ritmo. Hacían un programa en directo y en el mismo día dejaban otro grabado". Pese a todo, sufrieron mucho lo que vislumbraron como un relevo generacional, el grupo Parchís. La gira se complicó en Venezuela, donde recibieron amenazas de la competencia, teniendo que llevar escolta, y donde, tras mucho insistir, terminaron cobrando, pero con un cheque de la islas Caimán del que se encargó otro representante. Última escala, Puerto Rico, otra temporada exprés. "Nos hospedábamos en el Caribe Hilton y en el casino nos hacían ganar para que perdieran los gringos. Desde entonces desconfiamos de los casinos", sonríe José Luis. Lo profesional no estaba reñido por lo personal entre los Aragón, que se dedicaban a gastarse bromas entre ellos y a los demás. A echar sal en los bolsillos de los ejecutivos con que negociaban o a echar jabón en la pasta de dientes entrando en habitaciones ajenas. "Las bromas eran como un ejercicio para estar con la mente en forma", interpreta el representante.

Milikito dejó el grupo en agosto del 81, tras la extenuante gira. Emilio había estudiado medicina, se hizo piloto "y tenía ganas por saber de todo". "Al dejar el grupo dedicó un año al claqué y a la ortofonía, a declamar mejor, nunca ha dejado de formarse". Un año después, en los estudios barceloneses de TVE, Miramar, grabó su primer programa en solitario, Ni en vivo ni en directo. En un sketch insistía, "hola, soy Emilio Aragón... y usted no lo es". "Fue su primera campaña para que dejaran de llamarle Milikito. Pero siempre ha reconocido que si no fuera por Milikito él no sería Emilio Aragón", admite Márquez.

Ni en vivo ni en directo estaba inspirado en programas argentinos mientras El loco mundo de los payasos, ya con Rody, estaría dos años más en antena. En 1983 la familia unida de los Aragón empezó a ir cada uno por su lado. Márquez regresó al banco tras su excedencia. Tenía presente lo que le dijo su abuela: "hijo, con lo serio que eres, cómo te vas con esos titiriteros".

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