Sociedad

Un adolescente perpetra una matanza en Alemania que deja 16 muertos

  • Tim Kretschemer, de 17 años, asesina a nueve ex compañeros de colegio y tres profesoras, junto a tres personas más antes de quitarse la vida · La Policía cree que el homicida se proponía "mucho más"

Un joven de 17 años protagonizó ayer una de las peores matanzas de los últimos años en Alemania al asesinar a 15 personas en un ataque a una escuela del suroeste del país y en la posterior huida de la Policía, tras la que acabó suicidándose.

Vestido con traje de combate negro y armado con una pistola automática, Tim Kretschmer entró a las 09.30 en la escuela de enseñanza media Albertville de Winnenden, cerca de Stuttgart, en el estado federado de Baden-Württemberg, y comenzó a disparar indiscriminadamente y sin mediar palabra con nadie, informaron fuentes policiales locales.

El menor, que era ex alumno de ese centro educativo, acabó con la vida de nueve estudiantes de 14 y 15 años, ocho de las cuales eran chicas, y tres profesoras, además de dejar heridas a otras siete estudiantes cuyas vidas no corren peligro, explicó el ministro de Interior de la región de Baden-Wuetterberg, Heribert Rech. Según la Policía, la mayoría de estas víctimas mortales fallecieron de un disparo en la cabeza.

Tras ello emprendió una huida de película, que duró más de tres horas y se saldó con cuatro muertes más: la de un viandante, un empleado de un concesionario, un cliente y la suya propia.

Para salir de la pequeña ciudad de 27.000 habitantes, el homicida secuestró un coche. Su conductor, sin embargo, tuvo más suerte y logró huir.

El menor había llegado ya a la localidad de Wendlingen, a 40 kilómetros de Winnenden, donde intentó, pistola en mano, que le facilitaran un coche en un concesionario. Como sus deseos no fueron órdenes en el acto, ahí acabó con la vida de uno de los empleados y de un cliente.

Pero la Policía, que había desplegado para capturarlo un enorme dispositivo de unos 1.000 agentes, apoyados por perros y helicópteros, le dio caza e intentó frenarlo con un tiroteo.

Aunque en un principio se informó de que el joven fue abatido por la Policía, realmente se suicidó, según corrigieron después portavoces policiales. Al parecer, en el tiroteo, un agente hirió al adolescente, tras lo cual el joven se disparó en la cabeza.

Por el momento no están claros los motivos que llevaron a Tim a llevar a cabo la masacre. Según la Policía, el joven no ha dejado ninguna nota en la que explique sus intenciones, aunque parece claro que su actuación fue premeditada y que pretendía matar a todas las personas posibles, ya que se ha hallado munición sin detonar. Asimismo, llama la atención que la mayoría de las víctimas mortales sean mujeres, igual que los heridos.

Hasta ahora lo único que se sabe es que su padre es miembro de una asociación de caza y que tenía 14 armas con permiso legal en su casa, una de las cuales no fue encontrada por la Policía durante el registro que realizó ayer, al igual que bastante munición, según los medios locales. El padre tenía las armas en una caja fuerte, salvo una que estaba en su dormitorio y que fue la empleada en la masacre. Asimismo, se habrían encontrado numerosas películas de cine de terror.

Por otra parte, la Policía cree que el joven sabía manejar armas, puesto que la mayoría de sus víctimas no recibieron disparos de forma aleatoria, sino que resultaron alcanzadas principalmente en la cabeza. Según Dieter Schneider, de la Policía de Baden-Wuerttemberg, "la matanza estaba planeada y el agresor quería provocar un baño de sangre".

"La cantidad de municiones no disparadas que tenía en su poder indica que se proponía mucho más", sostuvo el director de Policía Ralf Michelfelder.

La matanza ha sido condenada tanto por el presidente federal, Horst Koehler, como por la canciller alemana, Angela Merkel. "Es inimaginable que sólo en segundos, alumnos y profesores fueran asesinados, es un crimen atroz", lamentó la canciller. "Este es un día de luto para toda Alemania".

Estos trágicos sucesos han traído a la memoria de los alemanes otra matanza similar. El 26 de abril de 2002, Robert S., de 19 años, mató en unos 10 minutos a once profesores, la secretaria, dos estudiantes y un policía en una escuela de Erfurt, antes de suicidarse.

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