Sociedad

Los pobres mueren en el barro

  • La tormenta 'Hanna' se ceba en Haití, el país más depauperado de América · La retirada de las aguas deja al descubierto en la ciudad de Gonaives centenares de cadáveres · Todo el Caribe está en alerta

Más de 500 muertos se contaban en Haití al cierre de esta edición tras el paso del huracán Hanna -ahora sobre Carolina del Norte, rebajado a tormenta tropical-, y la ayuda internacional aumentaba mientras que otro ciclón, Ike, podría lanzar nuevas trombas de agua sobre la isla en unos días.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), más de 500 personas perdieron la vida en el país por el paso del huracán Hanna y el balance de víctimas aumenta "de hora en hora". Hace nueve días, Gustav ya había dejado 77 muertos en este país, uno de los más pobres del planeta y el más depauperado del continente americano.

Unas 250.000 personas necesitan ayuda humanitaria sobre el total de 350.000 habitantes de Gonaives, una ciudad del norte del país, la más afectada por los huracanes, subrayó una portavoz de la OCHA. La situación es "catastrófica" en Gonaives, indicó el senador que representa este distrito, Yuri Latortue. "Unas 200.000 personas están sin comer desde hace días", añadió.

El Programa Alimentario Mundial (PAM) anunció ayer el envío a Haití de "alimentos, agua y ayuda humanitaria" por barco y por avión. La agencia de las Naciones Unidas informó que ya ha distribuido alimentos a unos 14.000 damnificados por el paso de Gustav. "Los equipos del PAM evaluaban los daños causados por Gustav y distribuían alimentos a las víctimas, mientras la tormenta tropical Hanna tocaba el martes las ciudades del norte, lo que obligó a los habitantes a refugiarse sobre los techos y bloqueó todos los caminos hacia la principal ciudad de la zona, Gonaives", indicó la agencia.

El calvario de Haití, ya sacudido por la tormenta tropical Fay, que había dejado unas 40 víctimas hace dos semanas, podría no haber terminado. El país puede sufrir las repercusiones del huracán Ike, por más que según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en ingles) de Estados Unidos, el poderoso huracán de categoría tres (sobre una clasificación máxima de intensidad de cinco) pasaría por la costa sin alcanzar de lleno la isla.

Haití, que está particularmente expuesto a inundaciones y deslizamientos de tierra debido a una gran deforestación, todavía está traumatizado por la tormenta tropical Jeanne, en la que perdieron la vida 3.000 personas en Gonaives hace cuatro años.

Ayer por la tarde, sobre las 16.00 (hora española), Ike estaba 335 kilómetros al este de las islas Turcas y Caicos y se dirigía hacia las Bahamas, adonde debería llegar hoy, según el NHC. El ciclón, con vientos de 175 kilómetros por hora, podría afectar a la isla de La Española, barrer la costa norte de Cuba y enfilar luego hacia el sur de Florida. Aunque Ike ayer era un huracán de categoría tres, se espera que crezca "en las próximas 48 horas", indicó el CNH. El Gobierno de Cuba emitió una alerta de huracán para zonas del este del país. Permanece activado un aviso de tormenta tropical para la costa norte de República Dominicana y otro en el norte de este país, desde la frontera norte con República Dominicana hasta la Gonaives, en Haití. El gobernador de Florida, Charlie Crist, ha declarado el estado de emergencia debido a la amenaza que representa este ciclón, para llevar a cabo la evacuación de los residentes en los cayos.

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