Salud y Bienestar

Lecciones que el ébola imparte

  • La OMS anunció el 13 de enero el fin de la epidemia en África y un día después confirmó un nuevo caso en Sierra Leona. Expertos piden más prudencia y voluntad de cooperación.

La OMS anunció el pasado miércoles el fin de la epidemia del virus del ébola cuando, trazada la cuarentena, se cumplieron 42 días desde que el último afectado por la enfermedad en Liberia diera negativo por segunda vez. Un día después, el anuncio de la rotura de todas las cadenas de transmisión conocidas en África occidental se desmorona. La misma institución confirmó el viernes un nuevo caso en Sierra Leona.

La gestión de esta crisis sanitaria global está dejando un compendio interesante de lecciones a cerca de la naturaleza de los estados, la cooperación y la prudencia. La prevención y respuesta ante posibles nuevos brotes "es una responsabilidad que requiere la colaboración de todos", han vuelto a insistir desde la OMS.

Los medios recogían ayer el anuncio del fin de la epidemia y ha de desdecirse en menos de 24 horas. Desde su inicio hace ya más de dos años, la enfermedad ha afectado a 28.000 personas y se ha cobrado la vida de unas 13.000. Por eso, aunque la OMS quiso transmitir al mundo un mensaje positivo y de tranquilidad, la mayor parte de los mensajeros olvidaron transcribir unas líneas claves de este anuncio. "Ahora estamos en un periodo crítico. El riesgo de re introducción del ébola está disminuyendo ya que el virus va desapareciendo poco a poco en aquellas personas que han sobrevivido, pero debemos estar preparados ante la aparición de nuevos brotes", ha declarado Bruce Aylward, representante especial de la OMS para la respuesta contra el ébola. Precisamente es el caracter crítico lo que debe inspirar el compromiso.

La segunda lección clave es la cooperación. No es de recibo mirar para otro lado. Ningún estado con capacidad de arrimar el presupuesto, puede regatear cooperación en un momento como este y escudarse en el bienestar o, lo qure es peor, cerrar fronteras. El coordinador del Centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, lo deja claro: esta epidemia ayuda entender que "no vale esconderse, enterrar la cabeza o cerrar fronteras" cuando se producen problemas sanitarios internacionales como éste. "Sabemos que las epidemias van a viajar".

Otra evidencia para el aprendizaje colectivo es que hay que saber responder. Bloquearse diplomáticamente en un paraguas de maquinaria administrativa solo sirve para moderar la reacción. Y aquí la reacción ha de ser contundente. Posiblemente Médicos Sin Fronteras es la organización que mejor ha canalizado la capacidad de reacción global muy por delante de estados e instituciones. Hay que actuar rápido en el lugar donde se producen. Según Simón, que las enfermedades infecciosas "ya no tienen fronteras" dado que "las mercancías se trasladan a una velocidad tremenda y las enfermedades siguen el mismo camino y van igual de rápido de una punta del mundo a la otra, queramos o no queramos". Esto es algo que obliga a "controlar las enfermedades allí donde se producen" para evitar su propagación mediante políticas de control y prevención en los países afectados.

La OMS advierte de que el riesgo de que se registren pequeños brotes, como el ocurrido en Liberia, continúa siendo elevado. Hasta la fecha se han registrado 10 brotes independientes del brote original, probablemente debidos a que el virus puede persistir en los supervivientes incluso después de que se hayan recuperado.

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