Provincia de Cádiz

In dubio pro Campanario

  • Todo indica que el fiscal se plantea retirar de la acusación que la esposa de Jesulín de Ubrique y su madre supiesen y aprobasen que Remedios Torres fuese suplantada en una prueba médica en Cádiz

María José Campanario no convenció a todos el pasado jueves cuando declaró en el juicio de la Operación Karlos. Ciertamente, a algunos partidarios de la justicia que ahorca y luego pregunta no los convencería ni aunque presentase pruebas irrefutables de su inocencia. Pero afortunadamente para ella está ante un tribunal en la Audiencia Provincial de Cádiz y bastaría con que hubiese dudas razonables sobre su culpabilidad para que acabase absuelta. Lo que se ha oído estos días en la sala de vistas pone en duda que ella y su madre, Remedios Torres, participasen en la suplantación de ésta en una prueba médica en el hospital Puerta del Mar de Cádiz. Y todo indica que el fiscal se plantea retirar de su escrito de calificación la imputación a ambas de ese delito.

Campanario está acusada de intentar obtener de forma fraudulenta una pensión de incapacidad laboral para su madre y de pagar por ello 18.000 euros a Carlos Carretero, principal procesado de la Operación Karlos junto con el inspector médico Francisco Casto Pérez Lara. El fiscal sostiene en su escrito de acusación provisional (que puede modificar en la fase final del juicio) que en el transcurso del plan urdido por Carretero y Casto sucedió que una doctora decidió que Remedios Torres debía someterse a una prueba médica. Y que a esa prueba acudió otra persona en lugar de Remedios: que se hizo pasar por ella Isabel Gil, madre de Elisa Calvente, pareja de Carretero.

Al saber cómo se desarrollaron los hechos y conocer el contenido de las conversaciones telefónicas grabadas por los investigadores, el fiscal llegó a la lógica conclusión de que Campanario y su madre sabían de esa suplantación y colaboraron en ella. Hay una llamada que casi obliga a pensarlo: ésa en la que Carretero le indica a Campanario que su madre, que se encuentra en Castellón, no debe salir a la calle el día de la prueba médica que se va a realizar en Cádiz. Como a la prueba va otra persona que se hace pasar por Remedios, no es extraño concluir que Campanario lo sabía y que su madre debía tener mucho cuidado de que nadie pudiese decir nunca que la vio en Castellón precisamente el día en que le estaban haciendo una prueba en un hospital de Cádiz.

Campanario, que tuvo el otro día la valentía de enfrentarse a las preguntas del fiscal, dio su versión sobre ese episodio. Explicó que en absoluto sabía que otra persona iba a suplantar a su madre en la prueba. Y además de destacar que en la conversación telefónica ella le dice a Carretero que si su madre tiene coger un avión para ir a la prueba, lo coge, Campanario anotó una interpretación a la petición de que su madre no saliese a la calle o se quedase en casa: dijo que Carretero le estaba hablando de cancelar la cita para la prueba y que le pedía que Remedios estuviese bien localizable por si no era posible aplazar la prueba.

Carretero le echó un cable a Campanario y a Remedios cuando declaró el pasado jueves en el juicio que ellas desconocían que a la prueba médica iba a ir la madre de Elisa Calvente. Remedios dijo al día siguiente que no hubiese consentido ser suplantada.

Los tres testimonios han puesto en duda el relato del escrito de acusación provisional. Y han abierto la posibilidad de una tercera versión: que Campanario entendiese que su madre no debía dejarse ver en Castellón porque iba a resolverse el asunto de la prueba sin que Remedios tuviese que acudir al hospital. Por ejemplo, como cuando un médico le daba de baja a un cliente de la trama sin ver al paciente. Esa solución también requería que Remedios no fuese vista en Castellón un día en que se supone que estaba en Cádiz. De modo que la conversación de Carretero con Campanario no implica que ésta supiese lo que luego sucedió: que a la prueba acudió otra persona.

La propia Campanario comentó en el juicio que si ella supiese de la suplantación, en la llamada lo hubiesen mencionado y no lo hicieron.

El caso es que el juicio ha sembrado dudas. Que continúa rigiendo el principio in dubio pro reo (en la duda, a favor del acusado). Y que Campanario ha logrado abrir una brecha que puede modificar la acusación.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios