El acuerdo de gobierno que IU y PSOE rubricaron en marzo en Puerto Real ha situado a la portavoz del PA como líder de la oposición. Desde una posición de clara desventaja -el nuevo gobierno suma nada menos que 15 concejales de los 21 de la Corporación- la que fuera delegada provincial de Turismo y Deporte de la Junta entre 2000 y 2003 enarbola la bandera de la coherencia política y la contrapone al "pacto de la traición y del miedo" que, asegura, firmaron José Antonio Barroso (IU) y Ana Mosquera (PSOE).

-Me imagino que no debe ser nada fácil erigirse en líder de la oposición frente a un gobierno tan 'apabullante' como el de IU y PSOE en Puerto Real?

-Pues no, fácil no es. Pero políticamente me siento contenta y con dos años por delante de expectativas ilusionantes hasta las elecciones. El paso del tiempo ha demostrado que el PA y Maribel Peinado hemos sido los únicos que hemos mantenido la coherencia. Antes y después de las elecciones de 2007 dijimos que haríamos todo lo posible para que Barroso no siguiera de alcalde. Yo podría haber pactado con IU cuando hubiese querido pero me he mantenido firme en mis posicionamientos. Otros no pueden decir lo mismo. El pacto que firmaron Barroso y Mosquera es el del miedo, porque ambos se ven perdedores de cara a las elecciones de 2011, pero también es el pacto de la traición por parte del PSOE. Porque antes de la investidura el PA puso en bandeja la Alcaldía de Puerto Real a la portavoz socialista, pero ella la rechazó por intereses de su partido; el día de la investidura incluso retiró su propia candidatura porque sabía que los concejales del PA la íbamos a votar a ella con tal de que Barroso no siguiera de alcalde; y el colmo ha llegado este año, cuando Mosquera ha firmado un pacto para asegurar aún más a Barroso en la Alcaldía.

-Pues Ana Mosquera aseguró en una entrevista en este periódico que los puertorrealeños la paraban por la calle para felicitarla por el pacto...

-No me lo creo. En todo caso la pararán para decirle que ha traicionado los intereses de la ciudad. Después de firmar un pacto del todo punto injustificable, no creo siquiera que Ana Mosquera pueda ir por la calle con la cabeza alta. Igual ella se siente orgullosa de lo que ha hecho, pero su forma de hacer política es muy distinta a la mía.

-¿Cómo son las relaciones entre Barroso y Mosquera?

-A base de codazos. Cuando lleguen al 2011 no sé quién tendrá las costillas rotas de tanto intentar salir en las fotos. El alcalde está intentando estar ahora en todos los actos con el único interés de que no le sustituya Mosquera. Y en los plenos se ve mucha tensión, sobre todo entre los concejales de IU, que no están de acuerdo con el pacto.

-Las direcciones provinciales y locales del PSOE y de IU vendieron el pacto por la necesidad de generar empleo ante la crisis económica. ¿Ha apreciado usted algún avance en este sentido?

-Al contrario. El ejemplo más claro es que se siguen pidiendo créditos para pagar las nóminas de los trabajadores municipales. Desde que está el PSOE en el gobierno no se ha visto ningún avance en lo económico o en lo laboral. Lo único que se ve es más personas gobernando y más dinero para los liberados pero sin reactivación económica del pueblo. Lo de vender el pacto así fue una vergüenza.

-¿Ve usted a Barroso y a Mosquera de candidatos de sus respectivos partidos en 2011?

-Ellos dicen que sí se ven de candidatos y yo me lo creo porque los dos se han convertido en profesionales de la política. Yo, en el lugar de ambos, habría dado ya un paso atrás, porque no es bueno que la gente se apoltrone en un sillón. Es más, si después de las elecciones de 2011 no gobierno en Puerto Real dejaré la política. En cualquier caso, estoy convencida de que Barroso está políticamente muerto y que Mosquera ha traicionado a Puerto Real. Y eso les tiene que pasar factura.

-¿Cómo valora la condena de Barroso por injurias al Rey decretada por la Audiencia Nacional?

-Lo peor es que está dando una imagen nefasta de Puerto Real en toda España. Independientemente de su ideología, él nunca puede olvidar que es el alcalde y que tiene que tenerle un respeto a sus ciudadanos. No lo ha hecho y los puertorrealeños están muy dolidos. Él quiere erigirse en el adalid de la III República pero todo es una estrategia porque sabe que es un cadáver político y ahora quiere convertirse en una víctima.