medio Ambiente | crecimiento urbanístico desmesurado en el litoral

Más de la mitad de la costa de Cádiz ya era artificial en 2011

  • El Observatorio de Sostenibilidad alerta de que al ritmo que se construyó en 24 años, en 82 se colmatará la primera línea Los expertos constatan que el litoral de la provincia sufre una gran presión urbanística insostenible

¿Imaginan una inmensa avenida litoral emparedada por dos líneas de edificios entre Sanlúcar y Torreguadiaro? Eso es lo que tendrán nuestros nietos en 2093 si se sigue construyendo en los primeros 500 metros de costa al ritmo que se hizo en la provincia de Cádiz en esa franja entre 1987 y 2011. En 2130 se habrá colmatado definitivamente la banda de dos kilómetros y en 2341, la de diez.

Hace más de diez años, los inversores que sobrevolaban el litoral gaditano se sorprendían de la cantidad de territorio que todavía quedaba sin construir en primera línea de playa, comentaba entonces el piloto de una avioneta que antes había sido edil de Urbanismo en un municipio costero. Las observaciones de los inversores, sin embargo, sólo tienen sentido -aparte de por el obvio interés económico- si se compara la costa de Cádiz con el tramo litoral más castigado por el hormigón de todo el país, el de la vecina Málaga, con un 80,27% de su frente construido hace ya cinco años. Porque más de la mitad de los primeros 500 metros del litoral de la provincia -un 50,28%, exactamente- ya se había artificializado en 2011, según se desprende de un prolijo y hasta ahora inédito informe del Observatorio de Sostenibilidad. En 1987, el porcentaje de esa franja de costa construido ya era del 35,75%. De hecho, lo levantado entre 1987 y 2011 en una banda litoral de 10 kilómetros representa el 52,61% de lo edificado a lo largo de toda la historia anterior a ese periodo de tan solo 24 años.

El resultado inmediato de este frenesí por el ladrillo y el hormigón durante un cuarto de siglo ha sido el de una marcada deriva poblacional costera, con un incremento de un 17% en la franja de los dos primeros kilómetros y de un 16,7% en los diez entre 1991 y 2011. En España, en los mismos veinte años, la población costera aumentó en un 22,6%. Pero los frutos, en muchos casos, también han sido graves problemas de usurpación de suelo público, de falta de abastecimiento de agua potable, de saturación de infraestructuras, de desmesurada producción de residuos, de vertidos constantes o puntuales, de contaminación irreversible de los acuíferos y de destrucción de ecosistemas de gran interés ecológico como humedales, dunas, arenales, zonas forestales, zonas agrícolas, zonas esteparias, entre otros, que en su día fueron el reclamo para la masiva llegada de habitantes, ya fueran permanentes o estacionales.

Los expertos autores de este informe -Raúl Estévez, Fernando Prieto y Carlos Alfonso- concluyen que las provincias en las que la costa artificializada supera el 50% del total, como Málaga, Valencia, Barcelona, Castellón, Alicante y Cádiz, "desde tiempos anteriores a 1987, representan una manera insostenible de planificar". Y recalcan que la experiencia en estos territorios, "cuyos plazos de colmatación total de la costa son verdaderamente exiguos desde cualquier punto de vista (tiempo geológico, tiempo humano, ecología, socieconomía...) no ha detenido una manera de actuar que se ha demostrado insostenible".

El informe refleja que la provincia de Cádiz cuenta "con espacios muy bien conservados, pero actualmente está bajo una gran presión urbanística, especialmente en la zona entre Chiclana y Tarifa". Además de las dos grandes zonas transformadas desde hace décadas por la industria y los puertos, las bahías de Cádiz y Algeciras, el documento menciona otras que también se han artificializado "profundamente por urbanizaciones, en ocasiones sobre el dominio público marítimo, en San Fernando, El Puerto, Barbate, Puerto Real, y, sobre todo, la Costa Noroeste: Chipiona, Trebujena y Sanlúcar".

Los autores constatan que en territorio gaditano se mantiene "una clara preferencia urbana por la costa", con la única excepción del área de Jerez. Y diferencian tres tramos: en el sector más oriental, "la muralla litoral de Málaga se prolonga hasta la Bahía de Algeciras, si bien aquí los usos industriales tienen mayor peso respecto a la costa de levante, donde la tipología urbana es bastante similar al sector marbellí colindante".

En el tramo central, que se extendería desde el borde occidental de la Bahía de Algeciras hasta el Cabo de Trafalgar, "las figuras de protección de la naturaleza han limitado bastante los desarrollos urbanos, aunque no totalmente, pues se observan moderados nuevos desarrollos urbanos entre Tarifa y la Bahía de Algeciras. En el sector mediterráneo de Cádiz se define una importante zona caliente al norte y al sur de Torreguadiaro".

El sector occidental, entre Trafalgar y la provincia de Huelva, "es el más urbanizado y ha sufrido importantes desarrollos inmobiliarios desde 1987, en el área más meridional (Conil y Sancti Petri, en Chiclana), y especialmente, en el tramo más occidental, al norte de la Bahía de Cádiz, donde se han producido importantes desarrollos adheridos a la playa entre Rota Chipiona y Sanlúcar". En la práctica, desde El Puerto hasta Sanlúcar, dicen, "se ha consolidado un área urbanizada continua en la costa, donde no se ha salvado ni la Base de Rota, donde también se han construido las viviendas de los militares en la playa". Además, detectan otra "zona caliente entre Chipiona y Sanlúcar, que es el último breve sector no transformado de esta conurbación". Una tercera de estas "zonas calientes" la localizan entre Los Caños de Meca y Conil, "que ha visto en los últimos años un fuerte desarrollo urbano muy nuevo en el Palmar y Zahora".

Los expertos recomiendan "prestar más atención en la costa atlántica al tramo costero que se extiende entre el Cabo de Trafalgar y Barbate, una zona muy golosa para el turismo sin ningún tipo de protección y en la que hasta la fecha solo se ha desarrollado algo el casco urbano de Zahara de los Atunes. Es claramente una zona caliente crítica".

Los autores del informe -completo en observatoriosostenibilidad.com- consideran "muy preocupante la gran velocidad de este proceso". Y ponen como ejemplo que entre 1987 y 2011 se haya construido de media en el litoral español el 30% de todo lo edificado en la franja de dos kilómetros desde siempre. En Cádiz es del 35,71%. Lo urbano invade ya más del 50% en los 500 primeros metros de costa gaditana y más del 36% en la franja de dos kilómetros. Por eso alertan de que "el modelo basado en el monocultivo del turismo presenta graves riesgos, aunque estos años sigan arrojando cifras récord por la inestabilidad del norte de África, Egipto, Turquía y algunos atentados en Europa".

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