Si todos le apuntaban a él, estaba obligado a defenderse. Y eso fue lo que hizo ayer Juan Carlos Utrera Camargo, secretario general del Ayuntamiento de Rota desde hace 25 años. Utrera dejó a todos los ex concejales acusados en este juicio con las patitas colgando, sobre todo cuando dijo que si algunos de estos responsables públicos no declaraban sus participaciones en sociedades mercantiles, era responsabilidad de ellos y no suya. "Yo les puedo asesorar, puedo advertir de posibles incompatibilidades, pero entre mis responsabilidades no está el tener que investigar si es verdad lo que declaran o lo que no declaran", afirmó Utrera ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial.

Pero no fue el único palo que dedicó a los ex concejales. Porque si éstos habían declarado en los días previos que no sabían los motivos por los que algunos ediles abandonaban algunas veces las reuniones de las comisiones de gobierno, el secretario del Ayuntamiento les refrescó la memoria: "Cada vez que salía un punto del orden del día en el que yo pensaba que algún concejal podía cometer incompatibilidad al aprobar esa cuestión, le decía antes que saliera de la reunión", indicó rotundo Utrera Camargo.

Y otro repaso más. En este cortafuegos particular que abrió el secretario del Ayuntamiento ante los políticos locales, replicó lo afirmado previamente por éstos de que no tenían conocimiento de los errores advertidos en las cuestiones que eran abordadas en las comisiones de gobierno. Ante esto, indicó que esas apreciaciones eran incluidas en las actas de las reuniones que él mismo elaboraba y que era lo primero que se trataba en la reunión posterior, para su aprobación definitiva. "Los concejales tenían la obligación de leer esas actas y las mismas las recibían tres días antes de la nueva convocatoria", puntualizó en un momento de una intervención que sorprendió a más de uno, en especial entre el resto de los abogados defensores.

Utrera Camargo se lavó las manos en el proceso de elaboración de los expedientes de las adjudicaciones "porque eso era competencia de los jefes de la unidad administrativa", dijo. E igualmente afirmó que era el Departamento de Compras el que tenía potestad para decidir qué tres ofertas se incluían como hipotéticas adjudicatarias cuando había que encargar una de las consideras obras menores.

El máximo responsable legal del Ayuntamiento de Rota reconoció ante el tribunal que cometió un error cuando en 2006 adjudicó a Coanda un contrato como obra menor cuando, por su cuantía, tenía que haber sido por el procedimiento de obra mayor. "Sí, el interventor nos lo advirtió con buen criterio y la verdad es que se nos coló", se sinceró antes de poner como excusa que a cada comisión de gobierno llegaban unos 40 expedientes de media.

Utrera también se interesó en abrir distancias con Lorenzo Sánchez y puso como ejemplo que en 1999, siendo el líder de Roteños Unidos socio de gobierno del PSOE, él fue inhabilitado durante más de tres años después de que el propio Ayuntamiento le acusara de unos delitos de los que finalmente salió absuelto.