Provincia de Cádiz

Chipiona descarta convertir su emblemático faro en un hotel

  • Tanto el alcalde como la Autoridad Portuaria de Sevilla prefieren potenciar su uso cultural dado el éxito de las visitas guiadas

El alcalde de Chipiona, Antonio Peña (PP), descartaba ayer seguirle los pasos del primer edil barbateño, Rafael Quirós, que ha optado por poner toda la carne en el asador para conseguir poner en valor el Faro de Trafalgar.

Si Quirós sueña con que su señero faro se convierta en un centro de interpretación de la batalla que le dio nombre a la gigantesca linterna, Peña prefiere seguir adelante con la explotación cultural de su faro puesta en marcha a raíz de la reciente celebración del 150 aniversario de la puesta de su primera piedra.

Antonio Peña destaca el éxito obtenido gracias a la puesta en marcha de este plan de explotación cultural y artística del faro de su localidad que, con sus 72 metros de altura, es el más alto de España y uno de los diez más elevados del mundo.

En la actualidad, el Ayuntamiento chipionero organiza visitas guiadas al faro, obra del ingeniero Jaime Font. La estancia de los grupos que solicitan esta privilegiada visita empiezan su ruta con la subida de sus 322 escalones, antes de llegar a su cúspide, desde la cual se disfruta de impresionantes vistas de la Bahía de Cádiz, Huelva e incluso Doñana.

Dado este éxito, el alcalde de Chipiona no se arrepiente de aquella solicitud que cursó en su día a la Autoridad Portuaria de Sevilla, de la que depende de manera extraordinaria, para el uso del faro con fines culturales. De esta manera, Peña repite que ni se lo ha planteado ni se lo planteará, al menos de momento, eso de reconvertir el faro en hotel o en un restaurante, tal y como se planea hacer con el inmueble barbateño.

En la actualidad, el de Chipiona es uno de los pocos faros de España en cuyo interior sigue viviendo un farero. El de Barbate, por contra, no está habitado desde hace tiempo, con lo que se evitaría tener que desalojar a su histórico inquilino en el caso de que finalmente se convierta en establecimiento hotelero y en centro de interpretación de la Batalla de Trafalgar.

El presidente de Horeca, Antonio de María Ceballos, comentó ayer, por su parte, que como hostelero habría que estudiar con detenimiento la apertura de un restaurante o de un hotel en un faro como el de Barbate. "Habría que ver las condiciones, así como los gastos que conllevaría la concesión, de manera que quedaran claro los beneficios que podría reportar para alguien interesado en un proyecto como el de Trafalgar".

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