Provincia de Cádiz

La reforma electoral del PP sólo habría cambiado dos alcaldes en 2011

  • La Línea y Alcalá de los Gazules tendrían hoy otro color político de haberse aplicado hace tres años los cambios que ahora defiende el PP

La reforma electoral para la designación de alcaldes que el PP llevará en septiembre a las Cortes Generales para su debate parlamentario sólo habría cambiado el color político en dos de los 44 municipios gaditanos en caso de haberse aplicado esta futura normativa tras las últimas elecciones locales celebradas en mayo de 2011. En concreto, el PP habría mantenido entonces la Alcaldía de La Línea -hoy en manos del PSOE- y el Partido Socialista habría conseguido mantener su tradicional fortín de Alcalá de los Gazules, que suma tres años con un alcalde del PP.

Aunque la propuesta de reforma electoral está aún en pañales y, por lo tanto, a expensas de posibles variaciones, en líneas generales lo que defiende el PP es facilitar el camino para que la lista más votada en unas elecciones municipales pueda acceder al gobierno de esa localidad. Así, ya no sería necesario alcanzar la mayoría absoluta para asegurarse el poder. Bien al contrario, el Partido Popular es partidario de bajar hasta un 40% el respaldo que debe conseguir en las urnas cualquier candidatura para lograr ese objetivo. Conseguido ese porcentaje, y siempre y cuando la diferencia con la segunda fuerza más votada supere los cinco puntos porcentuales, el partido más votado conseguiría automáticamente la mitad más uno de los representantes en el salón de plenos, lo que frenaría cualquier posibilidad de moción de censura.

En el caso de que ninguna candidatura consiguiera ese 40%, o si aún obteniendo ese porcentaje no logra la ventaja requerida con su principal adversario, ese municipio estaría abocado a una segunda vuelta, aunque aún no está definido cuál sería el porcentaje mínimo que sería necesario para que un partido pudiera concurrir a esa segunda vuelta. En cualquier caso, la idea es que a esta votación definitiva llegaran dos o tres fuerzas a lo sumo.

Partiendo de estas premisas básicas, la conclusión desde Cádiz es que la reforma electoral que propone el PP -y que cuenta ya con el rechazo claro de formaciones como PSOE o IU y un posible respaldo de CiU y PNV- habría tenido muy poca influencia en la provincia de haberse aplicado tras los comicios locales de 2011. En concreto esas variaciones solamente se habrían producido en La Línea, donde el PP ganó las elecciones con un 40,5% de los votos válidos emitidos, y en Alcalá de los Gazules, donde el PSOE logró un triunfo claro de un 46,4% de los votos, aunque no alcanzó, por muy poco, la mayoría absoluta.

En este juego de retrotraer tres años una ley que ni siquiera ha entrado aún en fase de debate parlamentario, el PP habría impedido que la socialista Gemma Araujo fuese investida alcaldesa de La Línea con los votos del PA y de IU, mientras que el PSOE habría conseguido mantener en la Alcaldía de Alcalá de los Gazules a Arsenio Cordero, que sin embargo fue destronado por mor del controvertido pacto cerrado entre el PP e IU que aupó al puesto de máxima responsabilidad municipal a Julio Toscano.

Con los resultados de 2011 en la mano, seis alcaldes que ganaron sin mayoría absoluta se habrían asegurado el poder sin que influyeran los pactos postelectorales. Habría sido el caso de los regidores de Los Barrios, Conil, Chipiona y Villamartín, además de los casos citados de La Línea y Alcalá de los Gazules. Y en otras 15 localidades habría sido necesaria una segunda vuelta, entre ellas Castellar, donde el PSOE, pese a a ganar con un 45,2% de los votos, no aventajó en más de cinco puntos a una IU que actualmente ocupa la Alcaldía y que logró entonces un respaldo ciudadano de un 42,6% de los votos.

Y si nos retrotraemos cuatro años más, en este caso a las elecciones municipales de 2007, el único partido que habría salido beneficiado en la provincia de haberse aplicado la futura ley habría sido el PSOE, que habría recuperado la Alcaldía de El Gastor y habría mantenido tres pueblos serranos más, en concreto los de Olvera, Algar y Benaocaz. Entonces, en 2007, la segunda vuelta habría sido necesaria en 14 municipios gaditanos.

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