Provincia de Cádiz

La pérdida de viajeros y las deudas ponen a Comes al borde del abismo

  • La compañía gaditana de transportes no obtiene beneficios desde 2004 y acumula un déficit de 3,7 millones · El encarecimiento del gasóleo un 35% y la eliminación del servicio a Delphi han sido cruciales

No es la primera ni será la última de las empresas señeras de Cádiz que zozobra en la marea económica desatada en el último año, pero, a diferencia de constructoras o inmobiliarias, la deriva en la que está inmersa Comes comenzó hace ya varios años. La empresa no tiene beneficios desde 2004 y ha encadenado cuatro cierres en negativo que le han colocado en una débil situación ante las dos crisis que afronta: la económica global y la específica del sector del transporte.

Las pérdidas han ido in crescendo. Si en 2004 comenzaba el ciclo descendente con un déficit de 687.000 euros, en 2007, y por primera vez, ha superado el millón de euros, en concreto, 1.087.740 euros (más de 181 millones de pesetas). El resultado es que el agujero acumulado en este cuatrienio alcanza los 3,7 millones (más de 615 millones de pesetas) y pone a la compañía en un serio abismo de inviabilidad.

Las causas que han precipitado la salida al mercado de la empresa después de 37 años de existencia "independiente" han sido el encarecimiento del gasóleo en un 35% en el último año y la progresiva disminución de viajeros, según ha comunicado el consejo de administración al comité de empresa, así como la finalización del servicio de transporte de los trabajadores de Delphi. La pérdida de este negocio ha sido un varapalo determinante, según reconoce la propia firma gaditana en las cuentas anuales de 2007 que acaba de presentar en el Registro Mercantil: "La desaparición de los servicios que históricamente había realizado Transportes Generales Comes ha supuesto una fuerte incidencia económica tanto a nivel de facturación como de resultado".

Traducido en cifras, el volumen de negocio se ha reducido en un 4,3% (casi 800.000 euros) hasta situarse en 17,9 millones y la situación financiera se ha visto agravada por los impagos de clientes por valor de cerca de cinco millones, entre ellos la multinacional de componentes de la automoción y la propia Administración.

Estos factores han desequilibrado las cuentas y disparado el nivel de endeudamiento al 76,5%, con una deuda total (financiera, comercial y pública) que supera los 12 millones euros. Además, dos tercios de este adeudo es a corto plazo y las condiciones de liquidez tampoco son buenas.

En esta situación, la solvencia de la firma a medio plazo es bastante limitada, ya que el agujero del pasivo triplica los fondos propios de la compañía (capital social, reservas y resultados) y el activo está comprometido por el cobro de las deudas pendientes.

El comité de empresa, al que la empresa informó el martes de la evolución del negocio, reconoce que la situación económica es "mala" y "dada la tendencia de los últimos años no hay muchas perspectivas de mejora". La representación laboral teme las repercusiones que tendrá la operación de venta emprendida este año, aunque el mutismo de la empresa en este aspecto es total y desconocen la magnitud que puede tener y, por lo tanto, las consecuencias en la estructura organizativa y en la plantilla, actualmente formada por cerca de 280 trabajadores.

Según aseguró Francisco Ortiz (CGT), el peor escenario posible sería la enajenación total o la de la participación que está en manos de la Fundación Octavio Comes, ya que ésta representa más del 80% del accionariado. En ambos casos, el giro de la empresa sería de 360 grados.

Pese a este complicado contexto, la dirección de la compañía ha trasmitido un mensaje de "tranquilidad y serenidad", apelando a que "hasta ahora a ningún empleado le ha faltado la nómina", según suscribe Ortiz. Eso sí, el comité ha reclamado "transparencia y que se vele en el proceso no sólo por la continuidad, sino por la creación de empleo". Además, pedirá a la Junta una "mayor implicación" a través de la organización de campañas en las que se incentive el uso del autobús y "soluciones" para compensar las pérdidas por las líneas que se suprimen por tener una ocupación insuficiente.

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