La Policía esta "muy cerca" de dar con el autor de la brutal agresión que un joven isleño de 33 años sufrió durante la pasada Nochebuena en un céntrico pub de San Fernando, una paliza que la víctima, Raúl Fernández, atribuye a su condición de homosexual y a su excéntrica manera de vestir y de maquillarse.

Los hechos -según la versión de este joven- ocurrieron durante la madrugada del día de Navidad en un local de copas de la calle San Cristóbal, muy cerca da la plaza del Rey, adonde acudió con varios amigos a rematar una noche de fiesta. Mientras bailaba, sin mediar discusión o roce alguno, otro joven se le acercó repentinamente y, sin dar ningún tipo de explicaciones, empezó a darle golpes hasta que cayó al suelo. Sus compañeros intentaron socorrerle y frenar la agresión. Uno de ellos recibió también varios golpes en la cara al intentar prestarle auxilio. También ha denunciado los hechos a la Policía junto al propio Raúl Fernández, que actualmente se recupera de las lesiones. Tiene golpes, magulladuras y moratones por todo el cuerpo y varios puntos de sutura en el labio, que le partieron de un puñetazo. La víctima considera lo ocurrido una agresión homófoba en toda regla. "Le pegaron por ser homosexual", confirmaron también ayer a este periódico sus familiares, visiblemente afectados por lo ocurrido hace unos días.

Testigos del suceso -apuntan- escucharon con posterioridad al agresor jactarse de la paliza que le había dado a este joven isleño, al que se refirió despectivamente por su condición de homosexual alardeando también de sus conocimientos en artes marciales y de su superioridad física. Incluso, reconocen, llegó a amenazarle de muerte.

Según fuentes policiales, el sujeto denunciado -que aún no ha sido identificado- atacó a Raúl porque le sonrió mientras bailaba o porque creyó que le sonreía, no está del todo claro todavía. En todo caso fue un gesto procedente de una persona abiertamente homosexual que desencadenó una violenta reacción que acabó con el joven Raúl Fernández en el hospital Puerta del Mar en la noche de Navidad.

Fue al día siguiente, al salir del hospital tras practicarle varias pruebas médicas para descartar lesiones de gravedad a consecuencia de los golpes propinados, cuando este joven de San Fernando se dirigió a la Comisaría para denunciar los hechos. Algo más repuesto una vez pasados varios días, Raúl ha optado también por recurrir a los medios de comunicación para denunciar lo ocurrido y solicitar la ayuda de posibles testigos que ayuden a identificar a la persona que le agredió.

La Policía, que ha recabado las declaraciones de varios testigos que estaban en el bar, investiga los hechos y espera dar en breve con el paradero del agresor para proceder a su detención. Las pesquisas, afirma, están muy avanzadas y se esperan resultados en breve. No obstante, mantiene la cautela antes de referirse a este controvertido suceso como una agresión homófoba. De momento, explica, lo que hay son dos denuncias interpuestas por una agresión producida en un bar durante la madrugada de Nochebuena que apoyan los respectivos partes de lesiones. En este sentido, desde la Comisaría isleña se apela a la prudencia mientras se concluyen las investigaciones en curso.

Por su parte, la familia de Raúl Fernández -que ayer acudió a la televisión pública andaluza a denunciar los hechos- insistió en también en las secuelas psicológicas, además de las consecuencias físicas, que le ha dejado la agresión sufrida hace una semana. "Ni siquiera se atreve a salir a la calle", advirtieron. "Padece insomnio y vive en una situación de alerta permanente, asustado".