Defensa. la 'jubilación' del buque de la armada

Adiós al primer portaaeronaves

  • El 'Príncipe de Asturias' partirá de Rota más de 20 años después camino al que probablemente sea su último destino, el Arsenal de Ferrol · El buque que fue una "revolución" para la Armada

En el Príncipe de Asturias, el que fue el primer portaaviones construido en España, están estos días de mudanza. En poco tiempo, quizás apenas unas semanas, partirá de la que ha sido su base durante sus 24 años de servicio, Rota. Su destino, el Arsenal del Ferrol, donde nació y donde previsiblemente muera, realizándose su desguace en los astilleros gallegos. De eso aún no saben nada en el buque. Saben que en breve los llamarán para irse a Galicia para estar en estado de baja disponibilidad, como ya se dijo hace unos meses.

En Rota, andan "muy ajetreados". Están sacando útiles de la nave que puedan servir para otras dotaciones. En estos tiempos hay que aprovecharlo todo. Son ya casi 200 personas menos en el barco. Han pasado de 596 a poco menos de 400, centrando su servicio en el adiestramiento y con una diminución de su actividad. La mayoría tiene su vida hecha en la Bahía, como muchos otros integrantes de la Flota. Ellos continúan su labor hasta que le digan lo contrario. Parece que el que fuera buque insignia de la Flota se ha quedado anticuado, y su remodelación y el coste que conllevaría no es asumible, o al menos prioritario, para Defensa en estas circunstancias, así que el buque que fuera "toda una revolución" pasará a mejor vida .

El que fuera toda una revolución no se dice solo en este reportaje. Así lo recogen las hemerotecas y lo recuerda también el que puede que sea su último comandante, el capitán de navío Alfredo Rodríguez Fariñas, cuando se le pregunta que ha significado este barco para la Armada. "Fue un gran salto cualitativo de la fuerza naval con grandes capacidades", asegura Rodríguez Fariñas.

El portaaviones Príncipe de Asturias parte de una idea original de Estados Unidos, que abandona el proyecto a pesar de sus buenos resultados. La Armada lo compra tras numerosos estudios y negociaciones. Los cambios introducidos por ésta y la Empresa Nacional Bazán, con mejoras sustanciales a las especificaciones técnicas originales, fueron tan importantes que queda españolizado y adecuado como buque insignia del Grupo de Combate. La industria española participa desde la fase inicial de ingeniería y proyecto de detalle hasta la última de apoyo logístico. Fue en mayo de 1977 cuando se firmó la orden de ejecución, pero tuvieron que pasar otros diez años para que el buque saliera a la mar.

Hasta la entrada en servicio del LHD Juan Carlos I, según los documentos facilitados por la Armada, el Príncipe de Asturias era la unidad de mayor porte con la que había contado, con una notable superioridad en capacidad aérea de combate sobre sus homólogos, incluso mayor que otras naciones. El portaaviones permitió disponer de un buque capaz de apoyar a la Unidad Aérea Embarcada (UNAEMB), que al mismo tiempo hiciera funciones de buque de mando. Además, estaba concebido para ejercer el control de su espacio aéreo, con capacidades relacionadas con operaciones de vuelo. Y el Juan Carlos I no venía a sustituirle, más bien se presentaba como alternativa al viejo portaaviones. También lo comentaba el comandante. Aunque finalmente parece que así será.

En los astilleros de Cádiz se ha lavado la cara en varias ocasiones a lo largo de su vida, pero Navantia se quedó esperando en 2010 la modernización del barco. Esta reparación en profundidad hubiera significado dos años de trabajo para la factoría y una inyección económica de unos 60 millones de euros. Defensa no la hizo, y los astilleros gaditanos no verían más al Príncipe, un Príncipe que se quedaba sin unas obras que pensaban darle vida al menos hasta 2020, según publicaba este medio en su día.

Pero este flamante portaaviones que empezaba una etapa de modernización de la Armada, también fue importante para Cádiz y el despliegue de sus unidades en la Bahía. La misma jornada de su botadura, el comandante general de la Flota de entonces se refería a la intención de potenciar la Base de Rota y "estacionar allí al grupo aeronaval y las unidades mayores del mando anfibio", mientras defendía la futura entrada en la OTAN. La Base es ya el principal recinto de la Armada y esencial también para la OTAN y EEUU, con el escudo. El primer portaaviones se va de Rota y deja sitio en los muelles para las nuevas unidades que vendrán unidas al sistema antimisiles.

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