La población de Villamartín tendrá que beber, desde hoy, agua embotellada. Así lo pidió ayer el alcalde de esa localidad, José Luis Calvillo, en un bando emitido para advertir a sus habitantes de que el agua del único pozo que queda, de los dos de los que se surtía, no es apta para el consumo ni para la alimentación.

Villamartín se surtía de dos acuíferos: uno de ellos, El Búho, se hundió el pasado jueves, y el otro, La Mata, era la esperanza de la población. El problema es que se habían detectado altos niveles de nitritos, lo que hacía temer por la potabilidad del agua. Ayer, según comunicó el Ayuntamiento, la Consejería de Salud de la Junta comunicó que, efectivamente, no era apto para el consumo humano "al no poder garantizarse la salubridad de la misma". El Consistorio añadió que los Servicios Sociales municipales "abastecerán a las personas impedidas para que dispongan de agua en sus domicilios, así como también se abastecerá de agua potable a los grandes usuarios para consumo humano".

Hoy, han comenzado las obras para habilitar un camino de acceso a la maquinaria que empezará las obras del pozo El Lugo mañana lunes, y aprovechando dicha maquinaria, una de las soluciones que baraja el Ayuntamiento es realizar una captación de emergencia en El Búho, conectándola a la red de abastecimiento de la localidad para suministrar agua a la población lo antes posible, o bien, poder utilizar otro pozo que existe en El Búho y que actualmente se utiliza para uso agrícola.