Las extravagancias de la cantante y maestra de ceremonias Miley Cyrus marcaron la gala de los MTV Video Music Awards, celebrada la noche del domingo en Los Ángeles. Los premios coronaron como reina de la noche a Taylor Swift, alzándose con tres estatuillas, entre ellas la de mejor vídeo musical por Bad Blood. Sin embargo, sobre la alfombra multicolor, que no sólo roja, Swift brilló por su recato y sofisticación en una velada en la que en cuanto a atuendos predominó precisamente lo contrario: el exceso y lo estrambótico.

Con un conjunto de top y pantalón negros con pailletes, Taylor Swift impuso un poco de cordura entre looks de lo más variopinto y poco favorecedor. La guerra de escotes, brillos, aberturas y brillos alcanzó su cúlmen de la mano de Miley Cyrus, quien no dejó nada a la imaginación y apostó por enseñar delantera con un modelo de Versace sólo apto para osadas. Al igual que Swift, también Hailee Stenfeld y Selena Gomez llamaron la atención por su sobriedad en blanco y negro respectivamente. Fueron la excepción en un desfile de despropósitos y obscenidades varias.

Britney Spears y Nicki Minaj entraron también en la competición de enseñar sin mesura con dos minivestidos dorados con transparencias, Amber Rose lo hizo enfundada en un mono de palabras flúor, Gigi Hadid vestida de amarillo y Bella Thorne se atrevió con un vertiginoso escote a la espalda. Tan solo la modelo Cara Delevigne puso algo de estilo luciendo un minivestido estrellado de Yves Saint Laurent que deslumbró a su llegada a los MTV Video Music Awards.

Tras su apoteósica entrada, a lo largo de la ceremonia la anfitriona, Cyrus, llego a ponerse hasta once vestidos, una colección de diseños, a cual más estrafalario, de firmas como Atelier Versace, Prada e incluso de Ágatha Ruiz de la Prada. De la diseñadora española escogió dos modelos: un vestido cuadrado de rayas, de la colección de otoño-invierno de 2012/13, que conjuntó con unas botas de Versace y una visera vintage de Courrèges, así como un conjunto de dos piezas con un top de grandes ojos de la colección primavera-verano 2013 combinado con zapatos rosa también de Ágatha. 

Kanye West, con look deportivo, acompañó a su esposa, Kim Kasdashian, quien debido a un ajustadísimo diseño de Balmain se convirtió en mofa en las redes sociales. Su marido no se quedó atrás protagonizando el momento friki de la noche al pronunciar un discurso de diez minutos en el que se autopropuso como aspirante a la presidencia de los Estados Unidos en 2020. Poco después confesaba que había fumado alguna "sustancia" antes de la gala, lo que ha suscitado todo tipo de quejas por parte de asociaciones de lucha contra las drogas. 

De Balmain también se vistió la cuñada de West, Kylie Jenner, que escogió un minivestidos trenzado, típico de la casa, con un clutch de madera a juego. Selena Gomez vistió de Calvin Klein; Rita Ora, de Vera Wang y destacó el vestido de alta costura de Versace de la cantante FKA Twigs, una de las pocas que hizo del buen gusto su premisa para esta gala.