Las intervenciones arqueológicas en Algeciras han vuelto a permitir desentrañar y arrojar luz sobre una parte de la historia de la ciudad. Ahora se conoce algo más de la Algeciras romana después del descubrimiento y estudio de los restos de tres hornos fechados en el siglo I de nuestra era. Estos materiales han aparecido en una excavación realizada en la antigua fábrica de conservas de la zona de la Garavilla. Gracias a la aparición los expertos relacionan el lugar con un enclave industrial alfarero, algo que no se había podido confirmar hasta el momento.

En esos comienzos de nuestros tiempos la Algeciras romana se encontraba más o menos encima del actual hotel Reina Cristina. Hace dos años se descubrieron restos de paredes de hornos romanos en la calle Alexander Henderson. Esos vestigios, en su día, hace siglos, fueron depositados en un vertedero y como tal se encontraron. Ahora, en la zona cercana de la Garavilla, se ha revelado nuevo material perteneciente a tres hornos. Ambos hallazgos son independientes, pero se han asociado, a los primeros momentos de la Algeciras romana y en contraposición a los hornos de El Rinconcillo, declarados Bien de Interés Cultural (BIC). Los de El Rinconcillo se relacionan con una época anterior y está abierta la hipótesis de si su cadena de producción se encuentra conectada con una Algeciras aún casi nonata o con la vecina ciudad de Carteia, en el actual término municipal de San Roque.

La importancia del descubrimiento en la Garavilla tiene que ver con la información histórica que aportan y no tanto con el valor de los restos. De hecho, no se ha arbitrado ninguna medida de conservación por presentar muy mal estado. Uno de los hornos sí mantenía la planta casi completa, de forma circular.

La antigua fábrica de conservas estaba asentada en lo que fue una colina, que fue arramplada. En el terreno han aparecido los restos de los tres hornos romanos. En el entorno, sin embargo, no ha surgido ningún otro material, por lo que no se puede relacionar con una industria en concreto. Rafael Jiménez Camino, arqueólogo municipal de Algeciras, detalló ayer no obstante que la hipótesis más probable es que sirvieron para la fabricación de objetos cerámicos como ánforas.

La industria alfarera de estos tres hornos hallados se encontraba en la periferia de la Algeciras romana, como es habitual en ese tipo de instalaciones, porque de esa manera se evitaban molestias como ruidos o malos olores a la población.