Cultura

El poder de Gades en su acueducto

  • El proyecto Aqua Ducta pone de manifiesto la singularidad de esta ambiciosa obra de ingeniería de casi 80 kilómetros que atravesaba la provincia

Mucho se ha hablado y escrito del poderío económico de esta ciudad en tiempos de Balbo. De Gades, un emporio donde se levantaron grandes monumentos a imagen y semejanza de Roma. Entre ellos un acueducto de casi 80 kilómetros de longitud, único en toda Hispania, con algún paralelismo en otros puntos del Mediterráneo. Una obra faraónica, "más ideológica que funcional", que atravesaba la provincia desde Jerez hasta llegar a Cádiz, a fin de traer un agua de gran calidad del manantial del Tempul, sorteando para ello los muchos obstáculos del terreno con sofisticadas soluciones técnicas. Toda una obra de ingeniería, en definitiva, de la que quedan algunos vestigios, y un ambicioso proyecto sobre la mesa: Aqua Ducta, que trata de recomponer aquel singular monumento, más allá que la propia restauración o puesta en valor.

Con este fin trabaja un grupo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Cádiz perteneciente al seminario de Agustín de Horozco de Filosofía y Letras, bajo la dirección del profesor titular de Historia Antigua, Lázaro Lagóstena.

Él mismo explicó hace unos días en el marco de las III Jornadas en torno a este proyecto, el potencial de este elemento sin duda singular. Un encuentro celebrado en el Cortijo de Rojitán -muy cerca del manantial de Tempul, donde partía el acueducto- entre un buen número de representantes de instituciones públicas y empresas privadas del ámbito de la cultura, el turismo, la universidad y la comunicación, que se reunieron a debatir sobre las posibilidades del monumento.

Una proyecto que parte de un gran handicap, que no puede verse bajo el esplendor que desprendía 2000 años atrás, puesto que la mayor parte es subterráneo. Pero que tiene a su favor una bondadosa lista de singularidades. Entre ellas, desgranó Lázaro Lagóstena, toda una serie de elementos técnicos constructivos propios de la época augustea. "El motivo por el que se construyó -dijo- responde posiblemente más a una manifestación de poder y la influencia de Gades, que a su funcionalidad". De hecho, "fue una obra fugaz, que no duró más de 90 años".

Entre los puntos en los que reside su peculiaridad también incidió en sus dimensiones, por ser el más largo de Hispania, así como la técnica utilizada, que lo convierten en uno de los más completos y complejos en comparación con otros del Imperio Romano. Concretamente por esta estructura que parte del manantial del Tempul, a una altura de más de 400 metros, discurría el agua en pendiente hasta Gades, hasta los depósitos que se ubicaban en la actual Casa de Iberoamérica. Pero en el trayecto tuvieron que salvar obstáculos como pronunciadas pendientes, vaguadas y espacios ocupados por marismas, ingeniándoselas con soluciones como sifones invertidos, túneles o minas de hasta 25 metros de profundidad, canales de agua rodada y puentes, entre otros elementos constructivos (puede verse en la imagen superior algunos de estos sistemas).

Llama poderosamente la atención que no existe otro igual en Hispania, salvo otros referentes en la zona del Mediterráneo, y que se convirtió en todo un ejemplo de intervención del espacio que todavía hoy configura los terrenos de nuestra provincia. Porque el acueducto de Gades la atraviesa desde Jerez, pasando por San José del Valle, Algar, Paterna, Puerto Real, Chiclana, San Fernando y Cádiz.

Por todo esto Aqua Ducta trabaja en varios frentes para potenciar su valor cultural, social y económico, así como para definir una ruta cultural a su medida. El primero, en el que están inmersos, es la difusión del innegable valor de la obra, implicando a la ciudadanía y a la población rural de los lugares que atraviesa. También están recopilando desde hace años toda una serie de contenidos científicos que plantan en su blog (aquaducta.blogspot.com.es), además de protagonizar publicaciones, organizar jornadas y trabajar en un proyecto didáctico con centros de secundaria del ámbito rural. Concretamente, ya lo hacen con el I.E.S. Vega del Guadalete, en La Barca de la Florida, cuyo profesorado ha mostrado gran entusiasmo.

En el terreno arqueológico, el que permite acercarse a esta obra de forma más fidedigna, resaltan los distintos estudios que se están elaborando sobre el propio acueducto. Entre ellos, la localización mediante georradar de ciertos tramos del mismo.

De este modo, las mediciones se han realizado con dos antenas distintas: una de 100 MHz y otra de 500 MHz. La primera ofrece menor resolución pero mayor profundidad, superando los diez metros. La segunda, la que han utilizado en mayor medida, ofrece una gran resolución a una profundidad en torno a los dos metros. Así, ya se han realizado pases en las proximidades del manantial de Tempul, en la finca El Mimbral, así como en varios puntos del sifón del Valle de los Arquillos: en los Isletes Altos, Torre de la Rendona, restos del venter junto al cortijo, en las proximidades del Torreón de los Arquillos y, en la parte final del sifón, en la ladera del Monte de la Silla. Un trabajo de campo cuyos resultados están interpretando en la actualidad.

También han difundido esta iniciativa en las jornadas Café con Ciencia de la UCA, en el encuentro multidisciplinar Pecha Kucha, y en congresos internacionales. No en vano, el proyecto Aqua Ducta está amparado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía y por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Feder (FEDER) con una partida de 128.000 euros.

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