El traslado del museo municipal de Algeciras al edificio José Luis Cano empieza a ser una realidad. Ya lo es, en rigor, y se podrá comenzar a ver desde muy pronto, según lo previsto. Para el día 18, el sábado de la próxima semana, está fijada la apertura de la que será la primera sala expositiva del museo en su nueva ubicación. Albergará una muestra permanente de la colección de loza y azulejos de los fondos de la institución, proveniente del legado de Luis Carlos Gutiérrez Alonso.

La entrada en funcionamiento de la primera sala del futuro museo encierra su simbolismo. Fue también la colección con la que abrió el actual, allá por 1995. En estos momentos se está acondicionando el espacio.

De forma paralela, el Ayuntamiento algecireño se encuentra trabajando en un proyecto para la supresión de las barreras arquitectónicas del edificio. La primera medida que se contempla en este sentido es la instalación de un ascensor en la zona en la que actualmente se hallan los aseos. El elevador permitirá el acceso a las plantas primera y segunda, donde se habilitarán espacios expositivos, el gabinete de restauración y zonas de almacenaje de las colecciones de arte, entre otros.

Y es que la distribución del nuevo espacio que albergará el museo ya está definida. Contará con una decena de salas de muestras, tanto fijas como temporales. Y también dispondrá de estancias para conferencias, oficinas, biblioteca, etcétera.

En la recepción se organizará una zona de acogida al visitante, en la que se ofrecerá información en cuanto a normas, horarios, departamentos que componen el museo, programa de actividades, planos del edificio, propuesta de recorrido y zonas públicas, privadas y de reserva.

En la planta baja se podrán visitar siete salas: situación geográfica (prólogo del museo), prehistoria, Iulia Traducta (edad antigua), Al-Yazirat Al-Hadra (Algeciras medieval islámica), Algeciras (medieval cristiana), la repoblación de Algeciras (historia moderna) y Algeciras contemporánea.

Por lo que respecta al primer piso, funcionará una sala para la sección de arte sacro que se podía ver en la Capilla del Cristo de la Alameda y se mantendrán las galerías actuales de la planta baja para las exposiciones temporales. Además, el salón de actos se utilizará para la proyección de audiovisuales y la celebración de coloquios y conferencias, se dispondrá de un espacio para la realización de actividades educativas y también habrá una biblioteca y sala de estudio, además de oficinas y el despacho de la delegación de Cultura. El de la biblioteca es otro de los traslados que ya se ha comenzado.

En la planta segunda se podrán encontrar más oficinas y el despacho del museo así como el gabinete de restauración y el almacén de fondos de las colecciones.

"Podremos mostrar todo lo que se conoce en publicaciones", llama la atención Pilar Pintor, concejala de Cultura, sobre un aspecto axial. Esto es: el actual museo carece del espacio suficiente para enseñar todo su potencial, un lastre con el que terminará la mudanza.

El proyecto "se va a ir acometiendo por fases para que sea una realidad lo antes posible", expone la delegada. "No se va a dejar de trabajar en ello", según precisa.

Pintor considera que la nueva ubicación del museo es idónea. "Se pondrá en valor un edificio emblemático para la ciudad. Se trata de un sitio muy bien situado que, además, también revalorizará la zona", menciona.

La Casa de los Guardeses, la sede actual, y la Capilla del Cristo de la Alameda son espacios que también tendrán "mucho que decir", en palabras de la concejala. El Consistorio valorará en su momento qué usos pueden disfrutar.