Mundo

Putin promete una solución negociada al conflicto, mientras Poroshenko llama al alto el fuego

  • El cruce de acusaciones entre Kiev y los separatistas prorrusos es continuo. Tras la catástrofe aérea los combates se han intensificado en las regiones de Donetsk y Lugansk.

El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ordenó un alto el fuego en un radio de 40 kilómetros alrededor del lugar donde fue presuntamente derribado el Boeing 777 malasio con casi 300 pasajeros a bordo. "He dado la orden: los militares ucranianos no deben emprender operaciones ni abrir fuego en un radio de 40 kilómetros alrededor del lugar de la tragedia", dijo el mandatario ucraniano a los periodistas, tras visitar la embajada de Malasia en Kiev.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, en un comunicado publicado en su página web ha explicado la postura de Rusia frente al conflicto en el país vecino. El presidente ha prometido que Moscú hará todo lo posible para que el conflicto armado en el este de Ucrania se resuelva mediante la vía pacífica. "Rusia, por su parte, hará todo lo que de ella dependa para que el conflicto en Ucrania pase de su actual fase militar a una fase de debate en una mesa de negociaciones con medios pacíficos y diplomáticos", declara el jefe del Kremlin.

"En más de una ocasión hemos llamado a las partes beligerantes a poner fin de inmediato al derramamiento de sangre y a sentarse a la mesa de negociaciones", recuerda el jefe del Estado.  Además, el presidente ruso afirma que si el 28 de junio no se hubiesen reanudado las acciones militares en el este de Ucrania, esta tragedia no se hubiera producido. "Al mismo tiempo, nadie debe ni tiene derecho a aprovechar esta tragedia para lograr objetivos políticos egoístas", recalca.

Por otro lado, Andréi Purguín, uno de los líderes de los separatistas de Donetsk, región donde cayó el avión malasio, aseguró que los milicianos han garantizado la seguridad en la zona de catástrofe desde el primer día después del accidente. "No obstante, junto al lugar de la tragedia se concentran muchas fuerzas ucranianas. Me temo que no se podrán evitar escaramuzas locales. Son posibles provocaciones de la parte ucraniana", advirtió Purguín.

Mientras, Poroshenko volvió a reiterar que los milicianos que custodian la zona de la tragedia, cuyo epicentro se encuentra junto a la localidad de Grábovo (Donetsk) roban las pertenencias de las víctimas del siniestro, destruyen pruebas e impiden trabajar a la comisión de investigación ucraniana.

Los combates entre las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos se han intensificado desde la catástrofe del avión a pesar de que la comunidad internacional ha pedido una tregua para investigar las circunstancias de la tragedia.

Asimismo, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko, denunció que varios tanques y camiones rusos entraron ayer a territorio ucraniano desde Rusia para apoyar a los separatistas prorrusos que combaten contra las fuerzas de Kiev. Según Lisenko, una columna de blindados y camiones trató de irrumpir en territorio ucraniano a través del paso fronterizo de Izvárino, en la región de Lugansk. "Aunque la artillería ucraniana cañoneó la columna, varios tanques y camiones lograron cruzar la frontera", apuntó Lisenko.

En la región de Lugansk, epicentro de los enfrentamientos armados entre los dos bandos desde la rendición de la ciudad de Slaviansk, las fuerzas ucranianas han capturado a 35 prisioneros. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional subrayó que la mayoría de los insurgentes capturados son ciudadanos rusos aunque también hay algunos procedentes del Cáucaso del Norte.

Pero los combates han llegado también a Donetsk, con cerca de un millón de habitantes antes del estallido del conflicto, donde al menos tres personas murieron como resultado de los enfrentamientos en la zona occidental de esa ciudad, entre la estación de trenes y el aeropuerto.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios