La tecnología puede ayudar al puerto de Algeciras a captar nuevos tráficos. Gracias ella se podría, por ejemplo, utilizar el área logística del Fresno, en Los Barrios, como una extensión portuaria en términos aduaneros. Permitiría tener un puerto lejos del mar. En ver si eso es posible trabaja desde noviembre de 2013 la Agencia Pública Puertos de Andalucía, que promovió junto a otras organizaciones de cuatro países del Mediterráneo -Italia, Grecia, Eslovenia y España-, el proyecto denominado Inte-Transit, financiado casi íntegramente por la Unión Europea. En España existen proyectos piloto en Algeciras y en Valencia.

El director de la oficina local de Red Logística, Manuel Francisco Martínez, trabaja en dicha iniciativa. "Hay tipos de mercancía que necesitan espacio y que si se ubicaran fuera del puerto supondría una ventaja competitiva", contó en referencia a las mercancías peligrosas o a los animales vivos que, por normativa, precisan áreas de descanso antes de embarcar para su exportación.

"Para desarrollar este proyecto piloto, que es el primero en Europa de este estilo, hemos creado una plataforma que utiliza tecnologías maduras para verificar si se puede controlar que la mercancía ha podido ser manipulada en el trayecto entre la zona de actividades logísticas y el puerto", explicó.

La empresa SICE, que también es la adjudicataria del mantenimiento del alumbrado de Algeciras, se hizo con el desarrollo técnico del proyecto Inte-Transit. Éste consta de tres sistemas: uno de lectura de matrícula a la salida del área logística del Fresno, otro que verifica la entrada en el puerto, y otro de seguimiento de la ruta del camión que lleva la mercancía, que actualmente es un dispositivo móvil con GPS, aunque se prevé que sean aparatos más robustos en el futuro.

Martínez contó que el transitario debe dar de alta el camión al que se hará el seguimiento, que comienza con la lectura de la matrícula con un dispositivo instalado por SICE en la garita de salida de la zona de actividades logísticas. Entonces, el sistema recoge información cada tres segundos sobre la velocidad que lleva el vehículo, su posición y la calidad de la señal GPS.

El trayecto entre El Fresno y el puerto es, normalmente, de apenas algo más de cuatro minutos, aunque consta de todas las posibles incidencias para poner el sistema a prueba: una vía de acceso a la ciudad en la que a menudo hay atascos y un túnel en el que la señal GPS llega a perderse. Una simple retención en el acceso norte, por ejemplo, genera una alerta que se considera de primer nivel, que obligaría a verificar si se ha tocado la mercancía. Ante una alerta mayor, como un cambio de ruta sobre la establecida, permitiría el seguimiento del vehículo.

El informe final sobre la validez del proyecto deberá presentarse en junio en Atenas (Grecia). Una vez finalizadas todas las pruebas, el Inte-Transit habrá determinado si la tecnología permite detectar si se han dado las circunstancias para manipular la mercancía en los trayectos entre el puerto y el área logística, o al revés. Después, podrá presentarse a las autoridades de Aduanas para que establezcan si es posible implementar definitivamente los sistemas para conectar el puerto y el área logística para los despachos. La inversión en estas pruebas es menor a 100.000 euros, debido a que se basan tecnologías que existen, aplicadas a este uso específico.

Hay cinco proyectos piloto en marcha en el área del Mediterráneo. De ellos, dos se desarrollan en España, en Algeciras y en Valencia. Y los hay con dos propósitos diferentes: uno estudia la seguridad de la mercancía en el interior de las terminales; y el otro, fuera de los recintos portuarios. El de Puertos de Andalucía es del segundo tipo, claro. El objetivo de Inte-Transit, que está financiado por fondos MED, es lograr una mejor organización de los puertos y de sus zonas de actividades logísticas y de establecer un marco de cooperación entre las partes interesadas. Ocho organizaciones asociadas a los cuatro países del Mediterráneo antes mencionados trabajan en estos proyectos, cuyos resultados serán de impacto estratégico no sólo para los puertos participantes, sino también para el resto de los puertos del Mediterráneo, los operadores y las empresas logísticas.