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Marruecos apresa dos pesqueros que capturaban voraces en el Estrecho

  • El incidente queda en un susto con el regreso del 'Rinconcillo' y el 'Nueva Encarnación Primera' a Tarifa Los patrones aseguran que las mareas movieron las artes a aguas del país vecino

Marruecos apresó ayer a los pesqueros Rinconcillo y Nueva Encarnación Primera cuando capturaban voraces en el Estrecho y sus artes se adentraron demasiado en aguas marroquíes. Los marineros, todos de Tarifa, fueron conducidos hasta el puerto de Tánger, donde fueron objeto de inspecciones. El suceso quedó finalmente en un susto con el regreso a Tarifa.

El primero en amarrar su embarcación en el muelle uno del puerto de la ciudad del viento, a diez minutos de las dos de la tarde, fue el Nueva Encarnación Primera, una nave de 9,95 metros censada para artes menores en el Mediterráneo, con base en Tarifa y con tres personas a bordo. Allí les esperaba la familia, cuyos miembros se llegaron a mostrar dispuestos a coger un ferry hacia la otra orilla al conocer el apresamiento. Volvieron de vacío y habiendo perdido las artes.

"Lo que nos ha pasado es lo que estamos expuestos que nos pase casi siempre", admitió el patrón del pesquero, Francisco Javier Moya, en el muelle. Contó que estaban faenando, como hacen todos los días junto a otros pesqueros de la zona y las artes se adentraron "un poco para la costa de ellos". "Nos han tratado bien, bien. Una vez que nos han revisado la documentación, no nos han entretenido", aseguró. "Nos llevaron a Tánger, allí subieron a bordo y nada, los percances que pasan. Se ha quedado en un susto".

Entre quienes recibieron a estos pescadores estaba el alcalde, Juan Andrés Gil, que destacó el trabajo realizado por la delegada del Gobierno, Carmen Crespo, y por el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, para la rauda resolución del incidente. "Hemos estado preocupados por el tema pero, afortunadamente, creo que las gestiones han sido rápidas y muy efectivas porque no había un motivo excepcional que justificara la aprehensión. Siendo de otra forma hubiera sido mucho más difícil", valoró Gil.

El alcalde explicó que tanto España como Marruecos tienen legitimidad para inspeccionar pesqueros "en esas aguas que están mal deslindadas". "Se puede decir que ha sido un incidente rutinario. Puede repetirse, pero si se dan las mismas circunstancias no habrá represalias y volverán rápidamente", declaró.

Unos diez minutos más tarde, a las dos de la tarde, llegó el Rinconcillo, pesquero con nueve metros de eslora, con base en el puerto de Algeciras, también censado para el Mediterráneo y, afortunadamente, sin haber perdido las artes. Su patrón, Moisés López, explicó que calaron las artes de noche, que volvieron a las cinco de la mañana a recogerlas y "la marea las había metido en aguas marroquíes".

Contó que cuando faenaban llegó la patrullera, uno de los agentes subió a bordo, registró el barco y los mandaron para Tánger. Tras una nueva inspección, que aseguró que se desarrolló con muy buen trato, les dejaron marchar. "Hace dos semanas habíamos estado pescando, pasó la lancha por el lado y nos dijo que siguiéramos", admitió el pescador, que agradeció la mediación del subdelegado del Gobierno y de los alcaldes para la rápida resolución del incidente.

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