Maritimas

Cepsa reduce a una hora el despliegue de 600 metros de barrera de contención

  • La refinería realiza un simulacro contra la contaminación marina accidental en su terminal marítima. Es el primer ejercicio que aplica un programa informático para predecir la evolución de una mancha

Los medios humanos y materiales dispuestos por Cepsa para responder ante un posible suceso de contaminación marítima accidental consiguieron desplegar ayer en apenas una hora 600 metros de barreras oceánicas de contención, unos 15 minutos menos que durante el último simulacro. La refinería Gibraltar-San Roque simuló ayer una emergencia de nivel 2 -aquella que afecta a toda una planta- motivada por una hipotética mancha de unos 480 metros cuadrados que provino de un poro en la tubería que conecta la monoboya con la refinería para la descarga de crudo desde barcos.

Durante el simulacro, dos remolcadores desplegaron las barreras oceánicas en forma de U, de manera que la mancha quedara contenida, mientras las embarcaciones José y Carmen y Balim succionaban dentro de esa U con sus skimmers el producto vertido. La barcaza Spabunker Treinta -que cuenta con otro skimmer propiedad de Cepsa a bordo, tiene capacidad para almacenar 4.500 metros cúbicos de producto y está a disposición de la refinería las 24 horas-, puso a trabajar también sus elementos de succión en la supuesta mancha ya contenida.

Esta simulación, además de servir de entrenamiento para el personal y detectar puntos de mejora, sirvió también para comprobar la fiabilidad de un programa experimental, llamado Atenea, desarrollado por el Instituto Hidrológico de la Universidad de Cantabria y Cepsa, que permite prever la trayectoria de manchas de este tipo en el mar. El programa dispuso que, según las condiciones de viento y mareas de ayer en la Bahía de Algeciras, la mancha debía dirigirse hacia el Guadarranque. Gracias a este programa, el personal pudo adelantarse a la supuesta llegada del producto y colocó de manera rápida un cerco de contención en la desembocadura.

El ejercicio se inició a las 9:00 de la mañana y culminó con la recogida de todos los elementos utilizados en el pantalán de la refinería. El segundo jefe de Puerto de Cepsa, Ricardo Pulido, contó que, ante un suceso similar, el capitán de boya debe dar aviso al capitán del puerto y a él mismo. Ellos activan la emergencia con el jefe de fábrica y Defensa Contra Incendios y montan un puesto de control en la Dirección, que permanece en contacto permanente con el centro de control avanzado para coordinar los medios y avisar a Bomberos, servicios médicos, personal de Aguaservi de lucha contra la contaminación, la embarcación Balim y la Spabunker Treinta. Además, se informa puntualmente a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, a la Capitanía Marítima, al 112, a la delegación provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, a las autoridades locales y a los vecinos de San Roque. Todo este procedimiento se cumplió ayer, en un ejercicio que suele realizarse cada año y que fue auditado tanto por personal de Cepsa como por observadores externos.

"Aquí la tarea fundamental y en la que hace mucho hincapié la refinería es la prevención. Evitar que las cosas ocurran", contó Pulido. De hecho, este simulacro forma parte de los 75 ejercicios programados este año en el Plan de Emergencia Interior de la Refinería. Ayer participaron unos 50 técnicos especializados en protección ambiental y seguridad marítima de Cepsa y de empresas auxiliares.

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