La Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual (Asansull) atiende en La Línea de la Concepción a 14 menores con pluridiscapacidad que proceden de distintos puntos de Andalucía ya que solo hay dos centros de estas características en la comunidad autónoma.

Este servicio se puso en marcha en el año 1998 y desde entonces se trabaja día a día con un único objetivo "normalizar las vidas" de estos niños y conseguir en la medida de lo posible su inclusión social, explica la responsable del centro de menores, Inmaculada Ocón.

Hoy Asansull ofrece unas nuevas instalaciones en el camino de Sobrevela que fueron inauguradas en el 2006, con capacidad para 15 plazas, y que disponen de suficiente espacio y recursos para dar a estos menores la atención que requieren que tiene que ser "constante, durante las 24 horas del día", afirma Rocío Delgado, trabajadora social. De hecho, el centro de menores tiene siempre a tres personas trabajando en turnos de siete horas, además de un ATS y un fisioterapeuta, el cual acude todas las tardes.

Es la delegación provincial de Igualdad y Bienestar Social la que les deriva a los menores, que actualmente tienen edades comprendidas entre los 23 meses y los 15 años y aunque la mayoría son de la provincia, hay niños que vienen desde Huelva, Málaga y hasta Almería.

Estos pequeños tienen que ser asistidos durante todo el día ya que necesitan ayuda para comer, asearse, jugar y la gran mayoría para trasladarse de una habitación a otra. Además, también se lleva a cabo un servicio de traslado al colegio de Educación Especial Virgen del Amparo donde están escolarizados. Los niños que aún no tienen edad para asistir al centro educativo reciben clases de estimulación precoz.

No solo se requiere una atención continuada en el día a día, sino que además la asistencia sanitaria es constante porque son menores que tienen problemas neurológicos, cardiacos y respiratorios, entre otros, que necesitan revisiones a menudo y que tienen sus especialistas en Cádiz, Málaga y Sevilla.

Los chicos "dependen para todo de nosotros y más conforme van creciendo. A veces un mismo niño necesita que lo atiendan dos personas porque cada vez necesitan más apoyo", explica Inmaculada, que reconoce que su trabajo tiene dos caras porque es "a la vez muy gratificante y muy duro, de hecho hay personas que han rechazado trabajar aquí, incluso algunos que trabajan para Asansull en otras dependencias".

Los niños que residen en el centro de pluridiscapacidad lo están por dos motivos: o porque fueron abandonados por sus familias o porque estas no pueden hacerse cargo del coste y el esfuerzo que supone la atención constante.

Los progenitores que así lo desean acuden cada cierto tiempo a las instalaciones a ver a sus hijos en visitas tuteladas. A lo largo de estos años se ha producido una reintegración familiar y una adopción pero esto no es lo habitual ya que normalmente los niños continúan con su vida dentro de Asansull y una vez que cumplen 18 años pasan a otro de los recursos que esta asociación ofrece en el municipio en función de sus capacidades.

El centro para menores con pluridiscapacidad de La Línea es una realidad gracias al esfuerzo que realiza esta organización, a las subvenciones de la Junta de Andalucía y al trabajo y dedicación que tanto Inmaculada como Rocío y el resto del personal dedican cada día a estos menores.