El obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos, acudió ayer al acto de colocación de la primera piedra del nuevo edificio para Infantil y Primaria del colegio San Pedro. Está previsto que los trabajos duren 15 meses aproximadamente y tienen un coste de un millón de euros que serán sufragados por el Obispado.

El acto se desarrolló por la mañana y estuvieron presentes responsables de la institución teresiana; la comunidad educativa; padres; alumnos; el arcipreste de la ciudad, Juan Valenzuela; el párroco de San Pedro, Juan Enrique Sánchez; y el alcalde, Juan Carlos Juárez, además de otros miembros del equipo de gobierno.

El acto previo a la colocación de la piedra se llevó a cabo en el salón de actos del colegio. Allí, el obispo recordó que el centro ha vivido dos momentos claves en su historia, el primera hace más de 50 años cuando el padre Andrades puso la primera piedra y otro, ahora. Entonces se dirigió a los alumnos y les dijo que todos "tenemos interés en que aprendáis a ser personas y crezcáis como tales" con la ayuda de tres pilares básicos: la familia, la escuela y la parroquia.

El alcalde expresó la satisfacción que le produce la primera piedra de un colegio y aseguró que la visita del obispo es un honor. Juárez preguntó "qué hubiera sido de La Línea sin la Iglesia Católica, donde tantas necesidades había y todavía las hay y las administraciones no hemos sido capaces de dar respuesta".

En la primera piedra del nuevo edificio del colegio San Pedro, además de las monedas y la prensa de día, se introdujo un papel con las palabras del obispo, el documento que recoge las líneas evangelizadoras de la institución teresiana, una insignias de las persona que levantaron dicha institución, entre ellas, San Pedro Poveda, y los alumnos de cada curso metieron papeles con los valores que transmite la comunidad educativa del centro.

Después de todo esto, Antonio Ceballos procedió a bendecir la primera piedra, tras lo cual se llevó a la zona exterior para su colocación. El obispo fue el primero en echar un poco de cemento con la pala sobre la piedra, tras lo cual hicieron lo propio el resto de las personas destacadas que acudieron al acto.