La economía de La Línea no se ha recuperado de un palo cuando recibe otro. Si el referéndum en el que el pasado 23 de junio los británicos decidieron dar el visto bueno a la salida de la Unión Europea provocó la devaluación de la libra, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores en el Peñón y yanitos, el anuncio de la retirada del complemento de 408 euros a los trabajadores municipales pone en alerta al comercio local. En términos generales comerciantes y hosteleros coinciden en señalar que ya se han visto en situaciones peores, como las colas de muchas horas para pasar por la Aduana, o el impago de las nóminas al personal municipal, por lo que para ellos no será un golpe muy duro. Además hay otro sector de la población que entiende que si se rebaja el sueldo de los funcionarios el Ayuntamiento dispondrá de dinero para poder invertir en la mejora de las infraestructuras en una ciudad muy deteriorada.

En el apartado de los que se verán afectados está Manuel, que trabaja en una cafetería céntrica en la que suelen desayunar trabajadores del Ayuntamiento. Mientras prepara un café no se muestra muy inquieto ante la bajada salarial de algunos de sus clientes. "Ya me ha dicho alguno que para ahorrar se quitará el desayuno fuera. Es una faena, pero creo que nosotros no lo notaremos mucho porque a fin de cuentas tenemos más clientes, gente que tiene otros trabajos o que viene al centro a hacer compras y gestiones", explica.

Pero en la barra un hombre se muestra tajante. "Pues yo he leído que si hay menos dinero para pagar a los trabajadores el Ayuntamiento tendrá para arreglar el pueblo. Mi calle está llena de baches y no sé como pueden pasar los coches por allí. Veo bien que se les retire un poco de dinero para que La Línea esté mejor", indica un ciudadano de a pie.

En el mercado municipal, la plaza, también saben lo que es salir adelante a pesar de las dificultades que se han puesto por el camino durante los últimos años. Juan tiene un puesto en el interior de la plaza y cuenta que tanto él como sus compañeros no tienen mucho temor a que los trabajadores municipales dejen de cobrar una media de 200 euros al mes. "Nosotros tenemos la ventaja de que tienen que seguir comiendo", dice entre risas. "Alguna clienta ya nos ha dicho que se van a tener que apretar el cinturón, pero me imagino que se cortarán más a la hora de salir a comer fuera o a tomar algo. Nosotros en el mercado ya las hemos pasado canutas cuando dejaron de venir los yanitos por las colas en la frontera, así que no creo que ahora se note mucho un bajón".

En la calle las reacciones por la retirada del complemento declarado irregular por varias sentencias judiciales tienen dos vertientes. Algunos entienden que ahora el Ayuntamiento tendrá margen de maniobra para invertir el dinero en la ciudad. El interventor municipal cifra en un informe elaborado en 2013 en algo más de 2 millones de euros el ahorro anual para las arcas municipales en gastos de personal. El equipo de gobierno indicó que esa cantidad podría emplearse en la prestación de servicios y gastos corrientes y son muchos lineses los que esperan esa inversión como agua de mayo. "Es que hay calles por las que no se puede andar porque las aceras están destrozada. Yo espero que se arreglen con ese dinero", indica Maite en la plaza de la Iglesia.

También hay personas que se ponen en el lugar de los trabajadores del Ayuntamiento, especialmente en el escalón más bajo, el que más sufrirá la bajada salarial. "Siempre pasa lo mismo, los más perjudicados son los más débiles. Tendrían que buscar alguna forma para solucionarlo, porque personalmente dudo que se vaya a ver mucha inversión en la calle", explica un viandante.

La verdadera repercusión de la retirada del complemento a los trabajadores municipales se podrá ver a principios de octubre, cuando se empiecen a pagar las nóminas sin el complemento irregular.