La devoción mariana de Andrés Losada se dejó sentir ayer en el santuario de la Inmaculada Concepción en un pregón de sentimientos y sensaciones con el que exaltó a la patrona linense.

Comenzó Losada recordando su adolescencia en el que siempre estuvo presente María Inmaculada. Como en muchos otros pregones -ya lleva nueve a sus espaldas-, el hermano mayor de la Hermandad de Penas y los Dolores, se confesó mariano, un adjetivo que tiene importancia "porque en Ella se hace el milagro del nacimiento del Hijo de Dios, sino podría haber quedado relegada a un personaje importante de la vida de Jesús como lo fueron tantos y tantos que nos relatan los evangelios en sus treinta y tres años de vida y posterior Resurrección". Así, la obra cumbre de la Salvación de los hombres -la Encarnación y Nacimiento del Hijo de Dios, su muerte, Resurrección y Ascensión- se inicia con naturalidad y sencillo encanto con la Natividad de la Virgen María en el hogar de Joaquín y Ana, nueve meses después de su Inmaculada Concepción.

Tras un canto a la Virgen de Lope de Vega, el cofrade linense opinó que todo en María es un emotivo y revelador misterio, desde su Concepción hasta su Asunción, "María es la criatura más excelsa de la Creación, es quien por voluntad de Dios Padre han florecido llena de gracia y sin sombra de pecado todas las virtudes para que los hombres la amemos, veneremos y en los posible imitemos. María no sólo es Madre del Hijo de Dios y Madre nuestra, sino Reina del Mundo y puerta del Cielo", ensalzó Losada, quien apostilló que la importancia de María es "por ser el cofre donde durante nueve meses aguardó el tesoro más grande que Dios regaló a la humanidad".

Posteriormente, leyó los pasajes de los evangelios de Mateo y de Lucas donde se explica este misterio. Después de 20 siglos, la devoción a María lo han proclamado las más diversas y bellas advocaciones de los más grandes artistas y sobre todo los exégetas y teólogos, los pastores de la Iglesia, órdenes religiosas y el pueblo en general. Por ello, informó que en España existen más de cuatro mil títulos con los que los hijos de María la veneran.

¡En Gibraltar y su campo tierras que están más cerquitas, igualmente se te nombran de mil maneras distintas...!

Acercándose a la actualidad Losada no obvió los últimos acontecimientos relacionados con la guerra yihadista. "Este texto comencé a escribirlo sin llegar nunca a imaginar la barbarie y el múltiple asesinato que se cometió el 13 de noviembre en Francia, ni los asesinatos cometidos en el asalto del hotel de Mali. Quiero en este momento condenar enérgicamente estos actos terroristas y a al vez sumarnos al dolor vivido por nuestros vecinos franceses", por lo que se guardó un minuto de silencio.

Para que termine esta guerra, pidió la intersección de María y la iluminación de Dios, para que estos que extorsionan la convivencia sean capaces de reconducir las conductas y en este mundo "reine el amor y no el odio, donde rija la comprensión y no la confrontación". Explicó que tanto las religiones judía como la cristiana y la islámica "manan del mismo manantial, tienen sed y necesidad de amor, solidaridad y verdad y solos serán conciliables en lo que tienen de verdad común, con la Verdad universal y única. La Verdad es una, las creencias múltiples".

Tras el salve a la Virgen, alabanzas y piropos, finalizó agradeciendo a María, permitirle que diera su pregón:

¡Eres centro de de mi vida

la guía de mi timón

Inmaculada Divina

eres tu Virgen María

la que más acerca al Hijo

que de tu vientre nació!.