La frontera inteligente está desatando mucha polémica desde que fue implantado el sistema ABC (Automatic Border System, Control Automático de Fronteras), ya que desde el pasado jueves ha causado grandes colas peatonales tanto para acceder a Gibraltar como para salir del Peñón. Ayer el sistema automático fue deshabilitado a las horas punta, en los horarios de entrada y salida de los trabajadores en la Roca porque el principal problema de este dispositivo, como denunciaron los sindicatos policiales, es la carencia de personal para informar a los transeúntes su funcionamiento. De hecho ayer a mediodía, a una hora que la afluencia de personas es menor, sólo había dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía en el control de entrada a pie y otros dos en el de salida, totalmente insuficientes cuando se acumulan muchas personas que aún deben familiarizarse con este sistema.

Lo primero que se encuentra alguien que pase por el control fronterizo para las personas que cruzan a pie, que ahora se realiza por una sala y no junto al carril para vehículos, es un habitáculo en el que hay, a la derecha, 13 puntos de acceso a través del sistema ABC. Ayer a mediodía había un agente del Cuerpo Nacional de Policía que explicaba el funcionamiento de estos puestos, similares a los que hay en cualquier estación de metro, aunque estos llevan integrados una cámara. El paso está habilitado para ciudadanos españoles, mientras que gibraltareños y turistas extranjeros pasan por una puerta sin hacerlo por estas máquinas. También está habilitado el sistema para ciudadanos de países miembros de la Unión Europea, Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein, pero siempre que cuenten con pasaporte electrónico, pero estos ciudadanos que no necesitan el pasaporte para llegar a España suelen usar su documento nacional de identificación, de ahí que entrasen por otra puerta.

Para abrir las puertas de control hay que introducir el DNI en una ranura. Una vez dentro el sistema conecta con la base de datos del Cuerpo Nacional de Policía para verificar la validez de la identificación. A su vez, la cámara se coloca a la altura de la cabeza de cada persona y realiza una fotografía para cotejar la imagen del DNI. En algunos casos el dispositivo también pide que se coloque el dedo para tomar la huella dactilar. Pasados unos 15 o 20 segundos, una vez efectuadas las verificaciones, la pantalla invita a sacar el DNI de la ranura y, una vez retirado, se abre la puerta, al estilo de las de las estaciones de metro.

Para volver a La Línea sucede exactamente lo mismo, aunque en esta ocasión además de pasar por las dependencias de la Policía Nacional hay que hacerlo también por el control de la Guardia Civil, en el que se revisa lo que saca cada persona, en especial la cantidad de tabaco.

Una vez que se prueba este sistema de control queda la sensación de que hace falta más personal para que el paso de personas sea fluido. Ayer a mediodía un solo agente hacía de filtro para las personas que debían utilizar el sistema y las que no. Los turistas mostraban su identificación al policía mientras otros transeúntes esperaban para preguntarle, ya que aún muchos no conocen como funciona ni si es obligatorio pasar por esos puestos, ya que ven que otras personas, turistas y gibraltareños, pasan directamente por una puerta. La sensación que queda tras pasar por los nuevos puestos de acceso al Peñón es que una vez que todo el mundo, o la mayoría, conozca el funcionamiento de estos puntos de acceso, el paso será más fluido.

Ignacio Cosidó, director general de la Policía, habló ayer en Algeciras sobre el sistema ABC tras la polémica que se ha desatado desde su implantación y asegura que el dispositivo funciona correctamente. "Tuve la oportunidad de comprobar in situ el funcionamiento del sistema durante la jornada de ayer martes. El sistema funciona correctamente. Lleva muy pocos días funcionando y, por tanto, todavía está sometido a un periodo de prueba y también a otro de información a los ciudadanos para la utilización correcta de este sistema", indicó el responsable del Cuerpo Nacional de Policía.