La Línea

Ni las rebajas salvan a los comercios linenses

  • Las negocios acumulan más pérdidas a raíz de las colas de Gibraltar y apenas notan la recuperación económica de los trabajadores municipales

Los comercios linenses siguen sin notar una gran mejoría en sus ventas a pesar de las rebajas y de que los trabajadores municipales ya están al día en el cobro de sus salarios.

Otro de los principales problemas de los negocios linenses ha sido las colas de Gibraltar, asunto que sigue sin resolverse y que aún perjudica a los comercios. Según comenta la gran mayoría de los comerciantes, las largas colas en la frontera les ha afectado negativamente a sus ventas, de las cifran la bajada en un 30%.

Algunos negocios señalan que han llegado a tener una clientela fija gracias a los vecinos gibraltareños, entre 20 y 50 clientes a la semana, pero alertan de que la situación ha dado un cambio radical, ya que actualmente el número varía demasiado, es decir, algunos vienen una vez al mes y otros desde hace meses han dejado de aparecer por los comercios linenses.

Así, lamentan que las colas de Gibraltar está afectando gravemente a los linenses, ya sea sólo por cruzar la frontera, o peor aún, al hacer daño a la economía de la ciudad.

Durante la temporada estival los propios comerciantes afirman que no esperaban que durante el perdido de rebajas repuntasen demasiado las ventas, aunque señalan que fuera de las fechas de rebajas, las compras se han regularizado un poco más que en años anteriores.

Algunos de los comerciantes comentan que poco a poco se ve algo de luz, pero indican que deben seguir trabajando a diario "para incentivar a la clientela a comprar más, como por ejemplo a través de campañas para atraer al público con ofertas o eventos para que el cliente salga a la calle a comprar".

Después de la recuperación económica de los trabajadores del Ayuntamiento, que ya tienen sus nóminas al día, a nivel comercial los vendedores afirman, en general, que no han notado ningún cambio en sus negocios. "Los trabajadores del Ayuntamiento tienen más miedo a gastar, y quien lo hace decide desplazarse fuera del municipio", señala uno de los comerciantes.

Por su parte, los vendedores del mercado municipal de La Línea también padecen, al igual que otros comercios, la crisis que acarrean por parte de la clientela del Peñón, ya que son muchos los compradores que ya no acuden a sus negocios. Los vendedores del Mercado de la Concepción recuerdan que solicitaron al Ayuntamiento una subasta para los nuevos puestos del mercado, ya que muchos se han quedado vacíos.

El presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado, Luis Gil, comenta que el Consistorio tiene previsto llevar a cabo un nuevo plan "para que sea una adjudicación directa, ya que el método de subasta conlleva bastante dificultad porque las tasas son excesivas, por eso se está estudiando otro sistema. Lo único que queremos es que el mercado aumente su atractivo para que el cliente revitalice la actividad comercial".

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