El sacerdote linense José Vizo Méndez falleció en la tarde de ayer en la sacristía de la Catedral de Cádiz cuando se disponía a participar en la Misa de la Cena del Señor, los oficios propios del Jueves Santo.

El padre Vizo, canónigo y ecónomo del Cabildo Catedral, fue de los primeros en llegar al templo diocesano para tomar parte en la celebración y se dirigió a la sacristía donde se sentó.

En la misma se encontraban ya el párroco de Santa Cruz, Balbino Rueguera, así como el sacristán Miguel Ángel Gutiérrez, que al ver que no atendía a sus palabras avisaron al padre Marcelino Martín, que estaba en uno de los confesionarios.

Al no atender a sus requerimientos se llamó al 112 mientras un médico presente en la Catedral intentaba reanimarlo, pero sólo pudo certificar su fallecimiento, lo que corroboraron los miembros del 061 muy poco tiempo después.

El obispo diocesano, Rafael Zornoza, inició ayer por la tarde su homilía aludiendo al fallecimiento del padre Vizo, "después de una larga vida de servicio a la Iglesia, siempre dispuesto", y lo puso como ejemplo para los seminaristas.

José Vizo Méndez, que el próximo 27 de julio hubiera cumplido 82 años y que residía con su hermana en la calle Obispo José María Rances, se había ordenado sacerdote el 27 de junio de 1954. Entre otros destinos fue párroco de Los Barrios, donde en 1964 refundó la hermandad de San Isidro Labrador y recuperó la romería que lleva su nombre.

Fue una de las personas claves en el mandato de monseñor Antonio Dorado Soto, que lo llevó a la capital como ecónomo de la diócesis cuando era párroco y arcipreste en Vejer de la Frontera, y siempre destacaba que gracias al prelado fue recibido en audiencia por el Papa Juan Pablo II en Roma.

El pasado sábado, en representación del Cabildo Catedral, presidió la ceremonia de toma de horas de las cofradías, que fue su último acto.