El Grupo por la Igualdad de Derechos (GGR) que preside Félix Álvarez lleva una década luchando por los derechos de los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales en Gibraltar, un colectivo cuyos derechos brillan por su ausencia en el Peñón. En estos momentos, la Corte Suprema estudia si la diferencia en la edad de consentimiento sexual discrimina a los hombres gays.

-¿Qué supone para el GGR que la diferencia en la edad de consentimiento esté en los tribunales?

-GGR se fundó en 2000. Desde entonces, conseguir la equiparación en la ley de consentimiento sexual -la edad es de 16 años para lesbianas y heterosexuales y de 18 para los hombres gays- ha sido una pieza clave en nuestras campañas porque somos conscientes de la importancia de establecer, a nivel legislativo, la igualdad que debe existir en cualquiera sociedad democrática y moderna. Por lo tanto, sentar al Gobierno ante un juez y ver cómo intenta justificar lo injustificable, es un logro. Confiamos plenamente en que vamos a ganar.

-¿Cuánto tiempo tardará la decisión del juez?

-La agenda judicial está apretada, así que no sería sorprendente tener que esperar al verano. No obstante, estamos ante un tema trascendental a nivel social y político. Quizás el juez se pronuncie antes de lo esperado.

-¿Le parece grave que el Gobierno acuda a un tribunal en lugar de actuar por iniciativa propia?

-Por supuesto. El hecho de que traslade un asunto político a un juez pone en cuestión un principio básico de cualquiera democracia: la separación de poderes. Los ciudadanos deberíamos cuestionarnos muchas cosas, sobre todo después de que el Ejecutivo se las haya ingeniado para inventarse y aprobar una ley que capacita su estrategia.

-¿Le defraudó la actitud de la oposición cuando la equiparación no se aprobó en el Parlamento?

-Yo comprendí las razones de la oposición para no apoyar el proyecto de ley y lo dije en los medios. El Gobierno tiene la obligación de cambiar la ley; no existe margen para la conciencia particular. El hecho de que el ministro principal, Peter Caruana, permitiera la presentación de un proyecto de ley pero a título personal de uno de sus ministros y no como Gobierno, es un despropósito y no convence a nadie. Por eso digo que comprendí la postura de la oposición, aunque también es verdad que fue una lástima que no votaran a favor del cambio, fuera cual fuera la lógica del momento.

-¿Cómo valora el apoyo del Reino Unido en este asunto? ¿Coincide en que hay que revisar la legislación de delitos sexuales?

-Llevo una década diciendo que esa legislación está anticuada y que requiere una revisión a fondo, pues hay muchas referencias inaceptables. En mis declaraciones ante la Corte Suprema volví a sacar esta cuestión a relucir. Agradezco al Gobierno británico que me diese su apoyo. El Reino Unido ha avanzado mucho en el campo de los derechos de las parejas del mismo sexo. Se han pruducido cambios legales que Gibraltar debería emular.

-¿Como es posible que el Gobierno limite la práctica del sexo anal a las relaciones entre hombres? Es una posición muy conservadora, ya que la considera ilegal entre un hombre y una mujer...

-¡Es posible porque la legislación vigente data del siglo XIX! Como ya he dicho, la legislación actual requiere una profunda modernización para adaptarla a la sociedad moderna.

-¿Qué sintió al escuchar al letrado de la Alianza Evangélica que la sodomía es una abominación?

-Pues que cada uno tiene derecho a pensar libremente, pero lo que no puede hacer ni la Alianza Evangélica ni nadie es imponer sus criterios. Bastante camino hemos recorrido desde el siglo XVII como para retroceder a una situación de estado confesional subyugado a la fe autoritaria. Soy espiritual y me considero cristiano, pero no concibo la vida sin el respeto y el amor. Jamás he visto nada en las Escrituras que indique que Jesús condenó a nadie por ser homosexual. Lo único que veo en el ejemplo de Jesús es vivir la compasión y el perdón. La Alianza Evangélica sabrá lo que hace, pero dudo que sus asociados alcancen un mínimo porcentaje de las personas del colectivo LGTB que se consideran cristianas y practicantes en Gibraltar. El peso social y religioso de la AE en el Peñón es escaso por muchos pitos y flautas que suenen. Ni la iglesia Católica, ni la Anglicana, ni los representantes judíos, ni los musulmanes se han visto en la necesidad de presentarse ante un juez. Eso dice mucho.

-En el caso de que el juez determine que la diferencia de edad discrimina a los hombres gays, ¿cuál debe ser, en opinión del GGR, la edad de consentimiento para todos? ¿Cree que el Gobierno actuará con rapidez para adaptar su legislación?

-La jurisprudencia dice claramente que, en estos casos, los derechos disfrutados por la mayoría han de ser aplicados a la minoría. Por lo tanto, la edad de 16 años es la que debe aplicarse para todos. En cuanto a la rapidez con la que actuará el señor Caruana... Pues mire, la política es un continuo ajedrez que a veces se juega con inteligencia y otras con rabia. Tiendo a pensar que, en esta cuestión, la rabia puede ser decisiva, aunque las elecciones gibraltareñas están muy cerca.

-En caso contrario, ¿cuál será el próximo movimiento del GGR para lograr que se ponga fin a esta discriminación?

-GGR es una de las partes principales en la causa, así que recurriríamos si fuese necesario. Pero dudo mucho que tengamos que hacerlo porque la jurisprudencia y el sentido común indican claramente cuál será la decisión del juez.

-Tras la decisión del Alto Tribunal británico de dar la razón a una pareja de lesbianas sobre el alquiler conjunto de una vivienda, ¿ha tomado el Gobierno alguna medida para cambiar la actual situación, que discrimina al colectivo GLTB?

-La decisión más importante tuvo lugar justo después del fallo, pues el Gobierno tuvo que concederles una vivienda, reconociendo así su estatus de pareja del mismo sexo. Lo demás ya lo veremos en la práctica. Lo importante es que, ahora, las parejas del mismo sexo no pueden ser rechazadas por ese motivo cuando solicitan una casa. Más aún, ya existe toda una jurisprudencia sobre la inaceptabilidad de un trato desigual en cualquier ámbito por orientación sexual. Esto va a dar mucho que hablar en los próximos años.