Provincia de Cádiz

Un lugar de peregrinaje en las alturas de Gibraltar

  • El cementerio judío del Molino de Viento está ubicado a 150 metros sobre el nivel del mar y cuenta con más de 800 lápidas · El gobierno militar lo cerró en 1848

"Este cementerio es un lugar sagrado y de peregrinaje para los hebreos. Aquí hay enterrada gente muy relevante de la historia de la comunidad en Gibraltar y aquí nos reunimos una vez al año para orar a nuestros difuntos". Con esta palabras explica Mesod Belilo, ingeniero y registrador civil de la comunidad judía, la importancia del Windmill Hill cementery o cementerio del Molino de Viento, uno de los vestigios más relevantes para la comunidad de judíos sefarditas de la colonia, cuya construcción se remonta a 1726.

El camposanto está ubicado en la zona alta del Peñón: en la zona sur a 150 metros sobre el nivel del mar, frente a las costas norteafricanas. El paso de los años no ha transcurrido en balde para las más de 800 lápidas que se encuentran en Windmill Hill. Según Belilo, las tumbas son muy antiguas y tan sólo se puede reconocer el 30% de los epitafios marcados en las lápidas de este paraje recóndito en las alturas del Peñón.

Esta ubicación tan apartada se debe a la tradición hebrea, que no permite la construcción de cementerios en el interior de las ciudades. "Aún así todavía no hemos averiguado porqué lo pusieron aquí", explica Belilo, "debió de ser incómodo llegar hasta aquí con los cuerpos de los fallecidos transportándolos con caballos o burros".

El cementerio se construyó por la necesidad de enterrar a lo judíos a partir de 1704, que fue cuando comenzaron a llegar al Peñón, tras su conquista por los ingleses. "Antes de esta fecha no podían vivir en territorio español por un edicto que prohibía a los judíos residir en España", apunta Belilo. Los hebreos que llegaban a Gibraltar procedían de Marruecos, concretamente de Tetuán, que fueron los primeros exiliados de España en pisar la península ibérica tras su expulsión. Aunque según Belilo también vinieron desde Inglaterra.

Fue en 1848 cuando el Gobierno militar prohibió que el cementerio siguiera funcionando y lo cerró a cal y canto debido a que los soldados querían construir dependencias militares en el subsuelo. La comunidad manifestó su negativa a su cierre con un documento que fue presentado en el Parlamento británico. El lugar había sido previamente catalogado como zona militar cerrada. "Esto motivó que se nos prohibiera el acceso al cementerio. Sólo se podía acudir a él una vez al año", se lamentó. Hoy en día los cadáveres de esta comunidad se entierran en el otro cementerio, junto con los católicos.

A partir de aquí el misterio y la leyenda se apoderaron del lugar, donde se sucedieron hechos tenebrosos como el que ocurrió cuando murió un importante rabino. Éste no tenía espacio en el recinto reservado a grandes rabinos pero cuando llegaron al lugar apareció un gran surco. La leyenda dice que los muertos habían cavado ese lugar porque el fallecido merecía ser enterrado allí, junto al resto de grandes rabinos. Unas historias que no dejan de seducir a Belilo, que tiene en mente publicar un libro sobre la historia de Windmill Hill. "Es un lugar histórico para nosotros: aquí están enterrados nuestros ancestros. Grandes rabinos como Abraham Israel o y la mujer de Aaron Cardozo, el empresario judío que levantó el emblemático City Hall en el centro de Gibraltar".

Se trata de un lugar de peregrinaje de peculiar belleza que acabó por dar nombre a esta zona de Gibraltar, conocida como el portal de los judíos.

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