Gibraltar

"La diversidad cultural es el tesoro más bello que tenemos en Gibraltar"

  • El representante de la Iglesia Católica en el Peñón reconoce que la celebración del 700 aniversario de la Virgen de Europa ha posibilitado estrechar lazos con las diócesis de Málaga y Cádiz, y con la comarca

Tras un año marcado por las celebraciones el pasado mes de mayo del séptimo centenario de la advocación de Nuestra Señora de Europa, para el que miles de fieles de todo el continente se desplazaron al Peñón para asistir a la eucaristía celebrada en Punta Europa, el Obispo de Gibraltar, Charles Caruana, afronta con "orgullo" el final de su andadura al frente de la diócesis. Como manda el Código de Derecho Canónico, cuando se sobrepasan los 75 años deben presentar su cargo al Papa. A sus espaldas, medio siglo dedicado al sacerdocio, de cuales 12 ha estado al frente del obispado de la colonia.

-Tiene usted 78 años y todavía sigue al frente de la diócesis de Gibraltar. ¿No debería haber puesto su cargo a disposición del Pontífice?

-Por su puesto que lo hice, cuando manda, a los 75 años. La cuestión es que Roma ha sido muy generosa conmigo y ha permitido que permanezca en el cargo para celebrar como obispo mis cincuenta años de sacerdocio que, por cierto, tuve el placer de poder celebrar hace dos semanas. Mi sucesión es inminente y desde el Vaticano están trabajando en ello.

-¿Cuál es actualmente el estado de la diócesis de Gibraltar?

-La situación es realmente buena. Tras los actos de celebración de los 700 años de la Virgen de Europa hemos estrechado lazos con las diócesis de Cádiz y Málaga, y con los municipios del Campo de Gibraltar. La eucaristía que celebramos en La Línea, con la procesión de la imagen de la Virgen desde la misma Verja hasta la iglesia de la Inmaculada fue muy emotiva para mí. Era la primera vez que percibía tanta devoción de la gente. Gritaban: ¡viva la Virgen de Europa!...Fue realmente bonito.

-¿Y a nivel interno?

-A nivel interno tratamos día a día de fomentar al máximo la vida cristiana de los gibraltareños. Una de nuestras pesadillas es cuando llegan los fines de semana. Mucha gente sale de Gibraltar estos días y perdemos un gran número de fieles. Este tema perjudica mucho a nuestras iglesias, pero estamos trabajando en este sentido y poco a poco estamos consiguiendo una buena asistencia a nuestras parroquias.

-Son ustedes un ejemplo de convivencia religiosa y de civismo.

-Esta cuestión no es reciente. En un capítulo de una publicación de Ignacio López de Ayala de 1970, el autor ya contaba sorprendido cómo una sociedad tan mezclada y con esa diversidad de razas, de religiones y de lenguas convivía con tanta armonía, tanta paz y tanto orden. Sólo en Gibraltar, que cuenta con cinco kilómetros cuadrados, existen seis parroquias, dos mezquitas, cuatro sinagogas, una catedral protestante, una iglesia escocesa, una metodista, otra pentecostal, una iglesia evangelista y un templo hindú. Esto es el tesoro más bello que tenemos.

-¿Cuáles son las claves del éxito para la conciliación de esta diversidad cultural?

-Bueno existe muy buena relación entre las distintas comunidades religiosas de Gibraltar y está basada en el respeto mutuo. Además, soy la cabeza del movimiento ecuménico del Peñón, cuya finalidad es promover la unidad y la cooperación entre las distintas religiones en temas de interés general. Nos reunimos cada seis semanas. También nos unimos y organizamos diversos actos a lo largo del año, como en Semana Santa, donde sacamos a las calles un Vía Crucis común y cada comunidad aporta algo.

-¿Cuál es el peso y el papel de cada comunidad religiosa en el Peñón?

-De 30.000 habitantes que somos, 24.000 son cristianos, con sus variantes de católicos, pentecostales y escoceses. En Gibraltar hay 700 judíos, que parecen más, sencillamente, porque es gente destacada con negocios y que ocupa puestos de responsabilidad en la sociedad gibraltareña. Los musulmanes están muy integrados y ascienden a unas 2.800 personas. Llevan aquí muchos años instaurados. Y por último, los hindúes, que son unos 400 en el Peñón y que suelen ser empresarios que ostentan bazares y tiendas de alimentación.

-¿Está afectando la crisis al funcionamiento de su diócesis en general y a las labores humanitarias en particular, como sucede en España con Cáritas?

-Aquí la crisis no ha afectado tanto como en otros lugares pero sí es verdad que la falta de crédito entre los más jóvenes está creando muchas dificultades. La asociación San Vicente de Paúl, que es la encargada de apoyar a los más desfavorecidos no ha visto incrementadas las ayudas. Trabajan al mismo ritmo que lo han hecho siempre.

-Y por último, ¿cómo se configura la diócesis de Gibraltar con respecto al Vaticano?

La composición de la diócesis de Gibraltar es excepcional y atípica. Yo soy independiente como obispo y me someto directamente a la Congregación de Obispos de Roma. No dependo de ninguna jerarquía, ni de la de España ni de la de Reino Unido. Sí participo en las dos Conferencias, hecho que me enriquece.

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