Gibraltar es, a nivel mundial, el territorio que más toneladas de dióxido de carbono emite por habitante, en concreto 160,2. Así se desprende del último estudio de la Administración de Información Energética de los Estados Unidos sobre el año 2006, del que se hizo eco el periódico británico The Guardian el martes.

El Peñón emitió cuarto millones de toneladas ese año, lo que le hace ocupar el puesto 128 en el ranking general. Sin embargo, cuando entra en juego el factor demográfico, Gibraltar se eleva al primer puesto.

Esto se debe a que a pesar de sus pequeñas dimensiones -6,8 kilómetros cuadrados- y una población de unos 29.000 habitantes, Gibraltar cuenta con un aeródromo, un puerto con intenso tráfico marítimo y un gran tránsito de vehículos, siendo el transporte uno de los factores que más emisiones genera. A estas infraestructuras, de las que no suelen disponer las ciudades con superficie y población similares, hay que unir las actividades de bunkering y la planta incineradora.

No obstante, hay que matizar que estos datos no resultarían tan llamativos si se extrapolasen a los de una ciudad mayor con fuerte implantación de la industria o infraestructuras parecidas a las del Peñón. La cuestión es que el citado estudio analiza las emisiones por país excepto en el caso de aquellos territorios que, como Gibraltar, están vinculados a otros países.

El segundo lugar en el ranking por habitante lo ocupan precisamente las Islas Vírgenes de Estados Unidos , con 118,3 toneladas por habitante. En 2006, estas islas, con una de las refinerías de petróleo más grandes del mundo, generaron 13 millones de toneladas, más de tres veces lo que Gibraltar, pero su superficie supera los 300 kilómetros cuadrados. El alto índice por persona se debe a que este territorio no llega a los 110.000 habitantes.