El recién elegido presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Jesús Posada, estimó ayer que el jefe de la diplomacia en funciones, José Manuel García-Margallo, podría comparecer en el Congreso el próximo martes para informar con carácter previo de la preparación de la cumbre de líderes europeos que dos días después debatirá la propuesta de acuerdo para una nueva relación de Reino Unido con la UE. La Comisión aprobó por asentimiento la comparecencia del ministro ante la citada comisión, dado que la Comisión Mixta para la UE -donde habitualmente se sustancian las comparecencias para informar con carácter previo de las reuniones del Consejo Europeo- aún no está constituida.

Ningún grupo se ha opuesto a la comparecencia del ministro, si bien Podemos, PSOE y Ciudadanos dejaron claro que hubieran preferido que fuera el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el que compareciera en el pleno.

La comparecencia del ministro en la Comisión de Exteriores se decidió con anterioridad en la reunión de la Mesa del Congreso, donde la vicepresidenta primera de la Cámara, la popular Celia Villalobos, explicó que no daba tiempo a celebrar un Pleno para que compareciese el presidente del Gobierno o algún miembro de su Gabinete, dado que esta semana no está convocada la Junta de Portavoces, que es el órgano encargado de diseñar los órdenes del día de las sesiones plenarias. Ante esa falta de tiempo -apenas quedan seis días antes de la cita europea-, la Mesa del Congreso ha aceptado la propuesta de los populares de que fuera García-Margallo quien compareciese ante la Comisión de Exteriores.

Entre tanto, el Gobierno en funciones ya ha iniciado una ronda de contactos con los partidos encaminaba a que los grupos den un mandato abierto a Rajoy para que negocie y pueda aprobar, si se alcanza un consenso, el acuerdo en torno a la propuesta del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, sobre el nuevo marco de relaciones de la UE con Reino Unido.

Por su parte, Margallo aseguró que el Ejecutivo ayudará en todo lo que pueda para procurar que el Brexit no llegue a producirse, pero ha admitido que, según las encuestas, los partidarios de la pertenencia a la UE "van regular". El jefe de la diplomacia ha argumentado que una UE sin Reino Unido perdería presencia estratégica en el mundo.

Además recalcó que una salida de Reino Unido obligaría a la UE a "compensar" este movimiento de inmediato con una federalización de la Unión Económica y Monetaria de los países que comparten la moneda única, para no dar la sensación de "deconstrucción" del club europeo. Esa federalización, sería avanzar hacia la "meta final", los Estados Unidos de Europa, un objetivo cuyo momento "fundacional" sería la mutualización de la deuda, con la creación de eurobonos, porque habría que crear un Gobierno económico que los administre.