Gibraltar

La Royal Navy acosa durante tres horas a un oceanográfico español

  • La 'Río Tormes' de la Guardia Civil se ve obligada a proteger al barco científico para que pudiera seguir con su labor en la Bahía

Patrulleros de la Royal Navy y de la Royal Gibraltar Police hostigaron durante la mañana de ayer al buque oceanográfico español Angeles Alvariño, que se encontraba en aguas próximas a Gibraltar dentro de una investigación científica en la Bahía de Algeciras y tuvo que ser protegido por la Río Tormes de la Guardia Civil.

El Angeles Alvariño es un buque de investigación oceanográfico, perteneciente al Ministerio de Economía, y que desde hace cinco años forma parte de una campaña llamada Stoca que investiga las masas de agua que entran y salen del océano Atlántico y el mar Mediterráneo.

El de ayer fue un nuevo capítulo de la tensión que se vive en la Bahía entre las fuerzas británicas y españolas, pero en este caso especialmente largo y complicado. El protagonista fue además un buque de investigación científica que estaba inspeccionando en aguas españolas y europeas.

Todo comenzó alrededor de las 11.00 horas, cuando el buque HMS Sabre de la Royal Navy se aproximó al oceanográfico español para instarle que abandonara la zona en la que se encontraba, al oeste de North Mole, alegando que ésta es una zona marítima que Gibraltar reclama como propia. El Angeles Alvariño se negó a marcharse y continuó realizando su trabajo, a lo que las fuerzas británicas respondieron añadiendo una patrullera de la Royal Gibraltar Police, la Sir Adrián Johns, que también le invitó a que dejara su labor y abandonara la zona, a lo que el buque se volvió a negarse para continuar con su trabajo en la Bahía.

La tensión fue creciendo conforme el incidente se ha ido prolongando, hasta tres horas, en distintos puntos de la Bahía de Algeciras en los que el buque español se iba desplazando dentro de sus tareas seguido por los gibraltareños, que llegaron a perseguir al Ángeles Alvariño hasta Campamento.

El hostigamiento provocó la intervención de la patrullera Río Tormes de la Guardia Civil, que llegó aprisa para tratar de garantizar que el buque oceanográfico pudiera realizar su trabajo con normalidad, algo que añadió más tensión al enfrentamiento.

Finalmente, alrededor de las 14.00 horas, el Angeles Alvariño se ha desplazado hacia el este, hacia la zona de Sotogrande, alejándose de las aguas en conflicto, lo que permitió que tanto la patrullera de la Guardia Civil como las de Royal Navy y Royal Gibraltar Police regresaran a sus puertos, poniendo fin al incidente.

No es la primera vez que el Angeles Alvariño se ve envuelto en un incidente de estas características en aguas próximas a Gibraltar. En marzo y en octubre del pasado año vivió sendos episodios que se saldaron también con la intervención de Royal Navy, Royal Gibraltar Police y Guardia Civil, y que derivaron en un conflicto diplomático, con la convocatoria de los respectivos embajadores, británico y español, en uno y otro país.

El Gobierno de Gibraltar consideró "inaceptable" el episodio. "Esta incursión marca el comienzo de la época estival, en la que, tradicionalmente, el Gobierno español utiliza a Gibraltar como una distracción para desviar la atención de sus problemas internos. Puesto que éste es un año electoral en España, no parece que vaya a ser diferente", afirma en un comunicado en el que relata que "el buque español ha llevado a cabo una incursión con una pretendida acción soberana en aguas que no son españolas, lanzando sondas al mar para estudiar las aguas (...) El buque oceanográfico ha golpeado la patrullera de la Royal Navy con una sonda cuando esta última intentaba evitar que el buque español la lanzara al agua (...) La tripulación de la Royal Navy podría haber sufrido lesiones graves derivadas de la actuación temeraria de la tripulación del buque español".

"El Gobierno (de Gibraltar) considera que la actuación del buque español constituye una tentativa más de atentar contra la soberanía de las Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar en el marco de sus reivindicaciones acerca de la responsabilidad para la gestión medioambiental de las aguas próximas al Peñón, indiscutiblemente británicas", afirma, y continúa: "La respuesta del Gobierno Británico a esta ridícula actuación debe ser inequívoca y contundente, de forma que se prevenga toda posible repetición de estas actividades en el futuro".

"El Gobierno de Gibraltar toma nota, asimismo, de que España, un aliado de la OTAN, con frecuencia ofrece cobijo y apoyo en el otro lado del Estrecho a buques de guerra rusos en las aguas de su enclave norafricano de Ceuta", manifiesta.

"Asimismo, es absurdo que España provoque un incidente de este tipo, que implica la actuación de buques de las autoridades de ambos países, cuando hay trabajo mucho más importante que hacer en la lucha contra grupos de crimen organizado que llevan a cabo actividades de narcotráfico y tráfico de seres humanos en el Estrecho de Gibraltar, sin olvidar la necesidad de mantenerse siempre alerta por el terrorismo. Acciones absurdas como ésta no hacen sino contentar a narcotraficantes y otros criminales, que apreciarán que el actual Gobierno español genere tales distracciones para las fuerzas de seguridad", apostilla.

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