Gibraltar

Sumergen cajones para la nueva central eléctrica de Gibraltar

  • Ayer comenzaron los trabajos de la segunda fase de su construcción Las labores fueron vigiladas por patrulleras de la Policía de la Roca

Los trabajos que se desarrollan para la construcción de la nueva central térmica de Gibraltar, dieron ayer un paso más con la instalación de los cajones sumergidos que servirán para asentar los rellenos sobre los que se levantará dentro de dos años. De unos 80 metros de largo, las enormes piezas de hormigón fueron colocadas en los lugares que previamente habían sido dragados, en unos trabajos que se sucederán en los próximos días.

Las labores que se desarrollaron durante la mañana de ayer, fuertemente vigiladas por efectivos de la Policía y la Armada de la colonia, servirán para asentar el espacio donde se va a construir la nueva central eléctrica que pretende terminar con los problemas eléctricos que sufren en el Peñón. Se pretende ganar nuevamente terreno al mar en la zona próxima al lugar donde el Gobierno, sembró de arrecifes artificiales para impedir la pesca de los barcos de La Línea y Algeciras. Las instalaciones se ubicarán en el muelle norte, frente al dique de San Felipe de La Línea.

El gobierno de Gibraltar firmó con la empresa francesa Bouygues Energy Services el contrato para la construcción de la central eléctrica de gas natural licuado por algo más de 97 millones de euros. Las nuevas instalaciones supondrán un intento por poner fin a los constantes problemas de suministro eléctrico que sufre el Peñón y que ha convertido en habituales los cortes de energía en amplias zonas de la Roca e incluso en su totalidad. El proyecto incluye la central en sí y un edificio desde el que operará la Autoridad Eléctrica de Gibraltar, pero no el almacenamiento del gas natural, aunque el Gobierno espera que dicha carencia sea suplida por el proveedor.

A la vez, el acuerdo para la explotación y gestión de los primeros 12 meses de funcionamiento de la nueva central también se acordaron por un precio de 2 millones de libras (2.536.461 euros). El contrato supone la superación de un proyecto anterior que tenía un sobrecoste de 52 millones y que tendría más problemas medioambientales ya que se trataba de una central eléctrica alimentada por diésel.

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