Con la mira puesta en la crisis del verano del año pasado derivada de las consecuencias de la instalación unilateral de los bloques de cemento por parte de las autoridades de la colonia y con la vista puesta en el próximo inicio de las conversaciones ad hoc en la que además de España y Reino Unido estén representadas las instituciones del Campo de Gibraltar además de las autoridades del Peñón, Alejandro del Valle Gálvez, catedrático de Derecho Internacional Público y cátedra Jean Monet de la Universidad de Cádiz, ha publicado en el Instituto Elcano, un análisis en el que reclama un nuevo marco de diálogo para, no tanto resolver el problema de la descolonización del Peñón, sino para superar un conflicto enquistado y "con síntomas de agotamiento".

Bajo estas premisas, el catedrático considera que "en el momento histórico actual, la reclamación de la soberanía sobre Gibraltar requiere redefinir por amplio consenso los intereses de España y establecer nuevos ejes de acción hacia el futuro". Para ello propone tres alternativas que comienzan con la necesidad de "establecer una vía de cooperación transfronteriza permanente, blindada ante conflictos de soberanía y acompañada del principio de no lesividad de los intereses de los españoles campogibraltareños. Esta vía podría iniciarse con el nuevo modelo de diálogo ad hoc" que en la actualidad ha comenzado a prepararse con reuniones previas en las que se trata de consensuar una posición común de la parte española con una reunión esta misma semana en Madrid.

Asimismo, propone un "control democrático en Cortes y exigencia de transparencia por España respecto a las bases militares y de inteligencia británicas en el Peñón, razón de ser real del interés británico y grave riesgo constante de la seguridad de los españoles. En este mismo sentido, sería necesario "acordar un provisional modus vivendi económico-financiero y político con el Reino Unido (y Gibraltar) mientras se negocia un modelo internacional definitivo, modelo final que en esencia potencie el desarrollo económico en la zona y constituya una solución sostenible, formalmente admitida por las partes como superadora de la situación colonial y de la controversia histórica.

Uno de los aspectos que han venido a modificar el estado actual de la relación entre los dos países y que aún continúa es la "controversia abierta por el reforzamiento español de los controles en la Verja, que ha motivado denuncias y quejas a ambos lados del paso fronterizo. Precisamente esta disputa sobre controles fronterizos ha llevado a la intervención directa de la Comisión, que ha realizado visitas y emitido valoraciones y recomendaciones a los Estados". Este nuevo conflicto ha modificado el actual estatus ya que la "mayor conflictividad en un número cada vez mayor de ámbitos de Derecho de la UE, lo que ha desembocado en la involucración de esta organización internacional en la controversia. Los nuevos grupos ad hoc para el diálogo que reemplazarán al Foro de Dialogo tripartito acogen ya decididamente a la UE junto a autoridades locales y regionales".

Pare el catedrático Del Valle, "esta involucración probablemente será permanente en este nuevo formato de dialogo flexible, que está limitado a la cooperación transfronteriza. Sin embargo, el marco de negociación bilateral de la controversia sobre soberanía ha quedado inoperante con la crisis, y sin perspectivas de revitalización".

Del Valle asegura también que "en este momento los ejes acordados en la transición democrática para el tratamiento de la cuestión gibraltareña parecen hoy inadaptados o superados, por lo que España debería aceptar que al encontrarnos en un nuevo período histórico, hay que acordar y articular nuevos ejes estratégicos para el tratamiento de la controversia histórica con el Reino Unido que redefinan y actualicen los intereses de España respecto a Gibraltar.