La Unión Europea, a través de su comisario de Medio Ambiente, ha echado por tierra las pretensiones de España de denunciar las prácticas de bunkering y la presencia de bloques de cemento en aguas de la bahía. El pasado 25 de julio la europarlamentaria británica Catherine Bearder, del Grupo ALDE formuló a la Comisión Europea una pregunta en la que solicitaba por escrito explicación a las quejas planteadas por el gobierno español contra Gibraltar sobre ambas prácticas.

Preguntaba Bearder porqué la Comisión estaba retrasándose tanto en la toma de posición sobre dichas quejas, planteadas en noviembre de 2013, y si podía indicar una fecha en la cual fuera a resolver sobre el tema señalado.

Se refería la europarlamentaria a las actividades desarrolladas por el Gobierno de Gibraltar en las aguas territoriales de Gibraltar de bunkering, los rellenos del Proyecto Eastside y la creación de un arrecife artificial. Sobre estas tres actividades, en su momento (marzo de 2014), el gobierno británico envió a la Comisión un informe detallado preparado por el Gobierno de Gibraltar. A esta pregunta del Grupo ALDE respondió ya la Comisión Europea a través de su Comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik

La sentencia es sencilla, concisa y clara: "La Comisión Europea ha considerado toda la información y el punto de vista aportados por ambos estados miembro y, con base en las pruebas aportadas, no ha sido capaz de identificar incumplimiento alguno de la normativa medioambiental de la UE. Ambas partes ya recibieron el día 22 de julio un informe más detallado con la evaluación y las conclusiones". Cualquier reclamación posterior por parte del Gobierno, únicamente podría tener algunos visos de prosperar si se abre la vía jurídica y recurrir ante el Tribunal de Estrasburgo, un proceso lago y de resultado más que incierto.