La consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, advirtió ayer de que el Gobierno autonómico estudiará la derivación de pacientes del Peñón a los hospitales públicos del Campo de Gibraltar y de que, en el caso de que el actual "goteo se convierta con el tiempo en una llegada masiva", la Junta trasladará a las autoridades gibraltareñas "esa situación inadmisible".

Ante los periodistas en Sevilla, Montero recordó que estos enfermos "han de considerarse pacientes europeos, lo que significa que tienen derecho a ser atendidos pero no de forma continuada dentro del sistema sanitario público andaluz. Posteriormente, intentamos que los gastos que generan sean compensados con los fondos de cohesión del Ministerio, que debería compensar estas situaciones a las comunidades gobierne quien gobierne en España", alegó.

La consejera agregó que, en el caso de que estas derivaciones perjudiquen a los pacientes campogibraltareños, "habrá que tomar nota y comunicarlo a las autoridades de Gibraltar. De todas formas, confiamos en que ésto no se convierta en una llegada masiva porque el hospital de Gibraltar tenga menos recursos", finalizó.

Por otro lado, el Partido Socialdemócrata (GSD) que lidera Peter Caruana salió al paso de las declaraciones del Gobierno de Fabian Picardo en las que acusaba al GSD de no haber gestionado bien el hospital cuando gobernaba, lo que habría propiciado falta de camas y la cancelación de operaciones.

En un comunicado, los socialdemócratas calificaron de "propaganda irresponsable" la nota del Ejecutivo, y añadió que a los socialistas y liberales se les olvidó mencionar que la anterior Administración "duplicó la capacidad del asilo Mount Alvernia, que pasó de 62 a 135 camas. Además, se habilitó en el hospital de San Bernardo la sala Cochrane, gestionada por la Agencia de la Tercera Edad y que fue dotada con 30 camas adicionales", puntualizó.

Indicó también el GSD que la política del anterior Gobierno en materia de vivienda "dio prioridad al intercambio y reubicación de personas mayores en pisos bajos o primeras plantas, su salida de la Zona Alta y a la introducción de ascensores en las urbanizaciones públicas. Además, el anterior Ejecutivo construyó los bloques de viviendas Bishop Canilla y Albert Risso para personas mayores que pueden valerse por sí mismas", expuso.

Por otro lado, hicieron hincapié en tres proyectos ya iniciados: un centro de alzheimer y demencia con 80 camas, un hospital psiquiátrico y una nueva residencia en el antiguo hospital.