La salud es lo que importa

Los cánceres que suben

CON motivo de la reciente conmemoración del Día Mundial de Cáncer de Tiroides y la Semana de Concienciación del Cáncer de Cabeza y Cuello, quiero que sepan que ustedes son fundamentales para el diagnóstico precoz.

Hay cuatro tipos de cáncer de tiroides cuyo origen, pronóstico y evolución es completamente diferente. Este tipo de tumor es infrecuente. Representa alrededor del uno por ciento de todos los cánceres diagnosticados, sin embargo, en los últimos años su incidencia se ha ido incrementando hasta ocupar el octavo puesto de los tumores más diagnosticados en las mujeres, quienes tienen tres veces más probabilidades de padecerlo que los varones. Afortunadamente para quienes padecen la enfermedad, hay esperanza. La detección precoz, un diagnóstico exacto, un tratamiento preciso y un seguimiento programado pueden deparar un futuro sano.

Los síntomas son apreciables por el paciente. Pueden ser bultos en la región anterior del cuello, cambios en la voz o ronquera, adenopatías (ganglios linfáticos hinchados), dificultad para respirar o tragar, y dolor recurrente o persistente en la garganta o cuello. La cirugía resulta la opción terapéutica de preferencia más eficaz, pero la presencia de una cicatriz en la base del cuello es mal aceptada por los pacientes. De ahí la importancia de realizar intervenciones mínimamente invasivas que supongan una pequeña incisión de 1,5 a 2 centímetros por control endoscópico. La intervención permite una disección más precisa del tiroides, facilita la identificación de las glándulas paratiroides y de los nervios recurrentes y está indicada para tratar tumores benignos y malignos. Por otro lado, el cáncer de cabeza y cuello es más común entre las personas mayores de 40 años, pero en los últimos años ha habido un incremento en población joven. Se trata del sexto tipo de cáncer más común en el mundo y es el responsable de la muerte de más de 62.000 personas cada año en Europa. Su prevalencia es la mitad que la del cáncer de pulmón y el doble que la del cáncer cervical.

En cuestión de sexos, los hombres tienen entre dos y tres veces más probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer aunque su incidencia está creciendo entre las mujeres.

El consumo del tabaco o de las bebidas alcohólicas aumenta el riesgo. De hecho, el 85 por ciento de los cánceres en la cabeza y cuello se relacionan con el consumo del tabaco, incluyendo el tabaquismo y el tabaco sin humo. Si se detectan anticipadamente, estos cánceres suelen ser curables. El tratamiento puede incluir cirugía, radiación, quimioterapia o una combinación de todas.

Las manifestaciones más características y que nos pueden dar una pista para acudir a una clínica para realizarnos una monitorización mediante la realización de un screening son dolor de lengua, úlceras que no se curan en la boca o manchas rojas o blancas en la boca, dolor de garganta, carraspera persistente, dolor o dificultad para tragar, bulto en el cuello, y también obstrucción o hemorragia nasal. Si ante estos síntomas acuden al especialista, él ya se ocupará del diagnóstico y el tratamiento adecuados. Es lo que hay. Seguro.

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