España

Rajoy admite un exceso de asesores y lanza un guiño a los funcionarios

  • El líder del PP matiza que la izquierda es la que más se ha pasado con los cargos de confianza. Avanza que pedirá en el Congreso la reforma de las "privilegiadas" pensiones de diputados y senadores

Austeridad es la palabra clave sobre la que el PP quiere hacer girar la convención nacional que celebra este fin de semana en Sevilla. En los días previos al cónclave, los populares ya anticiparon la propuesta de recortar a la mitad los cargos públicos. En la cita, los líderes autonómicos pregonan que, allí donde no gobiernan y sean elegidos en las urnas el 22 de mayo, habrá adelgazamiento de consejerías, empresas públicas y demás andamiaje de la Administración pública.

En trasladar esta política restrictiva con el gasto público se esmeró ayer el presidente del partido, Mariano Rajoy, quien sacó la tijera a relucir en dos actos de la convención popular.

Rajoy salió al escenario de la wikiconvención -la puesta en escena del PP para retransmitir el evento por internet con la participación de unos mil afiliados- para someterse a las preguntas de un coro de jóvenes de Nuevas Generaciones. Un formato similar al del conocido formato televisivo de preguntas ciudadanas, pero con un Rajoy más relajado al saberse en casa.

A la pregunta de si es necesario un recorte del entramado político, que siguió a otra de la degeneración de la imagen de los políticos en la sociedad, Rajoy tiró primero de memoria. Recordó que cuando fue presidente de la Diputación de Pontevedra (1986-1991) no tenía ni jefe de gabinetes, ni gabinetes, ni personas de confianza, acaso una secretaria y un vicepresidente "y aquello funcionaba realmente bien".

"No se trata de eso, pero es verdad que nos hemos pasado, y quien más se ha pasado es la izquierda", admitió y matizó a continuación el líder popular.

Rajoy se refirió a lo que le habían comentado de las diputaciones andaluzas (las ocho gobernadas por el PSOE) "con 30, 40 o 60 asesores, con los que seguro no hay tiempo ni de reunirse para que les asesoren", bromeó.

"La Administración pública tiene que hacer un esfuerzo, yo lo haré y promoveré que lo hagan", aseguró el líder popular. Entonces guiñó un ojo a los funcionarios, conocedor de la rebelión que protagonizan en Andalucía por un decreto ley de la Junta y tras las críticas que recibió por su agrado con el plan Cameron.

"Hay que ser duro y contundente; no puede ser que personal de confianza ocupe puestos de los funcionarios y éstos acaben sin ganas y desmoralizados", dijo. Rajoy se mostró partidario de prestigiar la imagen de este colectivo, en malas horas al igual que la imagen de los políticos.

El anuncio del día se lo reservó Rajoy para un acto posterior de reconocimiento a proyectos municipales de ayuntamientos del PP. En pleno debate sobre la reforma de las pensiones (aumento de la edad a 67 años e incremento del periodo de cotización hasta 25 para realizar el cálculo), el presidente del PP desveló su rechazo a que diputados y senadores se libren de una medida que afectará a todos los españoles.

La primera crítica partió de la única representante de UPyD en el Congreso, Rosa Díez, que arremetió contra el reglamento de 2006. Los diputados sólo necesitan cotizar 11 años para cobrar la pensión máxima, según establece el reglamento de 2006 sobre pensiones parlamentarias.

Aunque no obstante, en realidad es un sistema pensado para diputados con muchas dificultades económicas. No lo cobran al dejar de ser diputados, sino sólo al alcanzar los 65 años si es que no llegan a la pensión máxima. La enorme mayoría llega a la pensión máxima por sus propios medios, ya que cotizan al máximo nivel al tratarse de funcionarios o profesionales liberales de alto nivel. Con siete años el complemento garantiza el 80% de la pensión máxima, con 9, el 90% y a partir de 11, el 100%.

Rajoy anunció que va a plantear la reforma en el Congreso, porque "vamos a cuidar el dinero del contribuyente" y reclamar la eliminación de cualquier cosa que pueda suponer un "privilegio" respecto al resto de los ciudadanos. El líder del PP, sin embargo, se ha mostrado contrario a la retirada de los sueldos vitalicios a los ex presidentes del Gobierno, tal y como reclamó IU, después de que Felipe González y José María Aznar anunciaran su incorporación a los consejos de empresas energéticas.

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