El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aclaró ayer que España todavía no ha hecho una "propuesta formal" sobre la imposición de sanciones a aquellos países de la UE que incumplan los objetivos de la futura estrategia económica, aunque defendió la necesidad de cambiar el "método".

En un desayuno informativo en un hotel madrileño, respondió así a las críticas que hizo la víspera el ministro alemán de Economía, Rainer Brüderle, en contra de que se impongan medidas correctivas a los países miembros que no cumplan con los objetivos de crecimiento. "Estamos en el comienzo de la elaboración de propuestas y vamos a elaborar lo que serán los criterios y el nuevo método para avanzar en la gobernanza económica. No hay una propuesta formal, ni decisión al respecto", manifestó Moratinos al ser preguntado sobre la idea de establecer medidas correctivas.

El planteamiento fue sugerido por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la semana pasada en un encuentro con corresponsales extranjeros. Zapatero dejó entrever la conveniencia de que la nueva estrategia económica de la UE para esta década fije objetivos vinculantes y penalice a los países que no los cumplan.

A la vista de las quejas de Alemania, Moratinos aseguró que Zapatero no dijo "en ningún momento que hubiera que acudir a mecanismos sancionadores", sino que "hay que cambiar el método" que se instauró en 2000 con el modelo que ahora caduca, es decir, la Agenda de Lisboa. "Pero el método no significa sanciones. Hay muchas formas de que se cumplan con las recomendaciones y se logren los objetivos fijados", explicó.

Según el ministro, se está al comienzo del debate, que se iniciará formalmente en la cumbre extraordinaria que el presidente estable del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, convocó el 11 de febrero. La previsión es que las bases de la llamada Estrategia 2020 se fijen en la cumbre posterior del mes de marzo y se apruebe definitivamente en la de junio, cuando acabe el mandato español.

Moratinos añadió que "lo único que ha hecho Zapatero y el Gobierno" es proponer "más coordinación de políticas económicas", lo que, en su opinión, también comparte Alemania. Subrayó, además, que la estrategia se aprobará con el consenso de los Veintisiete, aunque dejó claro que España "no va a renunciar a ser ambicioso porque haya dificultades al principio".

Por su parte, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, negó también divergencias con Alemania. Tras entrevistarse en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, De la Vega aclaró que lo que defiende la Presidencia española es "la necesidad de más coordinación" y de una "Europa fuerte" en lo político y en lo económico. "Alemania y España coincidimos en esto absolutamente y, desde luego, España en ningún momento ha hablado de sanciones", dejó claro.